Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“La única forma de regenerar el mundo es que cada uno cumpla con el deber que le corresponda.”
Charles Kingsley

En el país está sucediendo, un fenómeno político social, no previsto ni en los más ambiciosos estudios sobre corrupción hace menos de diez años, con voluntad y realizando la labor para las que se les eligió, los responsables de dos instituciones oscuras desde su inicio, con más sombras que luces, dieron un vuelco a las noticias a las que estábamos acostumbrados, y hoy, no salimos del asombro de cuántos corruptos y corruptores eran parte de nuestra degradación política, económica, social y cultural.

Debemos hacer énfasis que para que exista un corrupto, es necesario un corruptor y viceversa, son la pareja perfecta, pero sin el uno el otro no tiene razón de ser.

Lo que estamos viviendo desde hace más de un año, refrenda, que los problemas que vive una nación no son de leyes o instituciones, se trata de personas, si éstas tienen principios y mística de trabajo, las instituciones responden a los objetivos de su creación, si las personas que las dirigen, llegan por ambición personal de poder y dinero, se refleja en el quehacer de todos los funcionarios y empleados menores, y se convierten en más elefantes blancos.

A raíz de la caída, del expresidente acusado de corrupción de alcances más que asombrosos, y su pareja vicepresidencial, quienes traspasaron cualquier límite vivido anteriormente, hoy nos encontramos ante una nueva oportunidad, para salir del caos en el que hemos vivido desde la época de Vinicio Cerezo, de mal recuerdo en el país.

La admiración que se han ganado a pulso, los funcionarios responsables tanto del MP como de la CICIG, debería ser la constante en todos sin excepción alguna, ya que responder a lo que la sociedad demanda debería ser la regla, pero se convirtió en la excepción, porque ¿Qué otra institución cumple simple y sencillamente con lo que la ley establece, y sus responsables con su trabajo? Ninguna más que las mencionadas, es lamentable, pero una realidad diaria en nuestro acongojada sociedad.

Hasta el momento y durante más de un año, estas dos instituciones se han convertido a nivel internacional en referente del buen hacer de las entidades que se encuentran (Como todas) al servicio de la población.

Somos noticia internacional, un día sí y otro también, por diversos escándalos de corrupción, en la que los principales sospechosos, son las hasta hace poco, más altas autoridades del país, quienes tejieron todo un entramado de corrupción, a niveles insospechados por los ciudadanos de a pie, como usted y yo, por lo que tanto el MP como la CICIG, son referentes del buen hacer de las instituciones públicas.

Desafortunadamente para el país, no todas las cabezas de los demás organismos del Estado, funcionan de forma coherente con lo que establecen las leyes, y lo que son los objetivos de las mismas, ya que de ser así, el país en lugar de vivir esperando jueves de CICIG, confiaría en todos los servidores públicos, y llegaría, no a tocar puertas rogando ser atendido, sino que confiadamente, se presentaría, a cualquier entidad del Estado, sabiendo que saldría con una solución a su problema, pero desafortunadamente, no es así.

La mayoría de los establecimientos estatales son elefantes blancos por medio de los cuales, los diferentes personajes llegan a: a) Hacer realidad sus más oscuros deseos, b) Hacer trances con todo lo que sea transable, c) Colocar en puntos clave a amiguetes, amantes, familiares y demás con el objetivo de desangrar al Estado, y c) Hacer cualquier cosa, menos trabajar.

Por todo lo anteriormente expuesto, es una realidad, y demostrado está, que el problema de las naciones no es de leyes o instituciones, es de personas, que no han entendido que al ser electos o nombrados en un puesto público, no les entregan un cheque en blanco, es parte de la historia que se escribe diariamente.

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