Alfonso Mata

Mi nota obedece a la noticia de prensa publicada el día 10 en el diario oficial http://www.dca.gob.gt/index.php/nacional/item/44005-analizan-reformar-ley-de-contrataciones y otros medios, en relación a la reforma de la ley de contrataciones. Lo que se quiere hacer es lo mismo contra lo que se debe hacer y ya sugerí. Sencillo: el personal de Salud, el Ministerio de Salud, deben prescribir, punto e insisto y subrayo, sólo prescribir medicamentos, bajo dictados de las normas y protocolos clínicos. Las farmacias y los distribuidores y proveedores privados aprovisionar al paciente y competir libremente por cada tableta y medicamentos en el mercado local.

El medicamento debe llegar del lugar de producción, al mostrador de la farmacia y el Ministerio de Finanzas lo único que tiene que hacer es pagar contra prescripción despachada, que cumpla con los requerimientos de ley. El medicamento debe entrar al circuito de mercado de distribución al por mayor y menor como lo hacen los dulces, los refrescos, etc. El cliente en el Ministerio de Salud fija cuánto pagaría por el producto y punto.

El paciente entra entonces al circuito de adquisición al por menor y de lo que necesita y le fue recetado y ya. El producto puede ser fabricado por cualquier laboratorio, siempre que llene los requisitos de ley (que debe ser preocupación permanente del MSPAS que así suceda).

Cualquier otro mecanismo implica potencial riesgo de mayor corrupción.

Algo más: El fármaco en su fase de distribución se lleva a cabo por una extensa red de farmacias (no nacionales, las privadas ya existentes) actualmente distribuidas por todo el territorio nacional. Eso garantiza: la disponibilidad de medicamentos en el mercado; la puntualidad de la entrega; el almacenamiento correcto de la droga.

Perdonen, pero los mecanismos electrónicos de la actualidad ya permiten controlar todo eso con alta eficiencia y trasparencia, tanto del lado de la prescripción como de la provisión.

Las casas productoras entonces son las distribuidoras de los medicamentos, que son autorizadas por el MSPAS para su uso en las patologías existentes. Cualquier tipo de medicamento está sujeto a este proceso al igual que el hospitalario. El hospital no puede comprar dentro de su stock a mayor precio que el normado y los familiares de los pacientes, participan activamente en la adquisición de los mismos.

No vale decir que una casa produce un medicamento malo, no vale. Si está en el mercado es porque el departamento de vigilancia y control de medicamentos del MSPAS trabaja bien, este departamento es el que debe fortalecerse.

Debemos romper con los intereses y las tranzas que se tienen con la adquisición de drogas y que no protege a los ciudadanos. Las farmacéuticas incluso no ahorran palabras duras contra la forma actual en que se hacen las licitaciones. Lo que se necesita es un zapatero a tu zapato, las farmacéuticas en lugar de corromper a autoridades y funcionarios, deben competir en el mercado directo, aumentar la competencia en la distribución farmacéutica de medicamento por medicamento. El Ministerio de Salud prescribe el tratamiento, ese es su oficio, no ser comerciante. No continuemos haciendo de la salud un comercio.

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