Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

He manifestado que el contenido de la iniciativa de Ley Electoral y de Partidos Políticos aprobada en el Congreso con la participación de la Corte de Constitucionalidad y que fue propuesta por el TSE, era imperfecta.

Excelente hubiera sido que se estableciera la elección de los diputados de forma nominal o uninominal. Permitirle a la ciudadanía votar específicamente por cada diputado es sumamente necesario y en mi opinión debe ser el próximo avance que se incluya en reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

Si no se desea hacer de forma generalizada, por lo menos debe hacerse en el listado nacional, listado en el que también debería incluirse que los guatemaltecos residentes en el extranjero puedan votar, para que así se incluyan como candidatos algunos de los líderes que viven en la Florida, California, Chicago, Nueva York y lugares donde hay grandes concentraciones de guatemaltecos que se han visto obligados a inmigrar.

Fue también posterior a la redacción de la primera parte de mi opinión en este tema que categóricamente el TSE pidió al Presidente de la República que sancione y ordene la publicación de la ley. El magistrado Julio Solórzano dio una cátedra de su conocimiento y experiencia en esos temas.

Como es natural no son muchas las personas que han sido magistrados del TSE o que por lo menos han sido fiscales durante varios años. Sin tener un conocimiento profundo de esa ley, puedo decir que durante casi cinco años fui fiscal y por ello participé en las discusiones y acciones ante y con el TSE en dos distintas elecciones.

No me opongo si no felicito a quienes insisten en que los cambios a esa ley deberían ser mucho más y espero que su perseverancia haga que se materialicen, pero argumentar, como lo ha hecho el Presidente de la República, que el Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos de Guatemala, de cierta forma lo ha asesorado, para mí, no vale nada, ya que presencié el proceder del señor Edgar Gutiérrez durante los cuatro años en que Alfonso Portillo lo tuvo primero como Secretario de Análisis Estratégico y nunca, nunca, dio un análisis al Gabinete de gobierno.

También presencié cómo de forma torcida y velada Gutiérrez se coordinó con Edmund Mulet para que se reemplazara como canciller a Gabriel Orellana y lo nombraran a él, con el argumento que tenía mucho más amigos, incluyendo un argentino en Washington, que ayudarían a revocar la desertificación declarada en contra de Guatemala y que venía en evolución del gobierno de Arzú al gobierno del FRG.

Después de gastarse millones de millones de quetzales y dejar la olla bien embarrada y de haber viajado en numerosas oportunidades en primera clase y con todos los lujos que le permitía su posición de canciller, el gobierno del FRG encabezado por Alfonso Portillo y el que suscribe, terminó y Edgar volvió a ver como se colaba junto a su grupito de amigos, para tener un modus vivendi.

Gutiérrez  no es representante de la Usac, ni miembro del Consejo Superior Universitario, ni representante electo de esa centenaria universidad, es un colado, que por lo visto ya se está colando con el presidente Morales.

Ojo Señor Presidente, que usted se asesore por personas de su absoluta confianza es lo normal, pero tenga cuidado con los asesores de segunda y de tercera línea.
¡Guatemala es primero!

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