Félix Loarca Guzmán

Ayer 29 de marzo se cumplieron 40 años del primer atentado en contra del abogado y catedrático universitario, Manuel Colom Argueta, considerado el máximo líder de la oposición en la década del 70, quien luchaba en forma inclaudicable por la democracia en Guatemala.

Estas líneas constituyen un homenaje a la memoria de este gran dirigente, quien con valentía se enfrentó por la vía pacífica a las dictaduras militares y oligárquicas de la época, entronizadas en nuestro país con el apoyo de los Estados Unidos. Su pensamiento sigue vivo marcando el camino que los guatemaltecos debemos seguir para sentar las bases de una sociedad sin violencia, más justa y equitativa.

Colom Argueta fue el Alcalde de la capital guatemalteca durante el período de 1970 a 1974. La historia lo recuerda con justicia como el mejor jefe edilicio que ha habido en el país.

Su obra fue gigantesca. Sobresale la construcción del Anillo Periférico y el impulso para la construcción de los grandes colectores que debajo de las calles de la capital, llevan las aguas negras. Él decía que estos colectores son los verdaderos cimientos sanitarios de la ciudad de Guatemala.

El 29 de marzo de 1976 Colom Argueta retornaba de la Universidad de San Carlos, donde laboraba como docente, cuando varios elementos paramilitares abrieron fuego contra él, quien manejaba un pequeño automóvil en una de las calles de la zona 12.

En el asiento trasero iban dos de sus custodios, quienes repelieron el ataque armado, mientras Colom Argueta aceleraba la marcha tratando de esquivar una carreta que le habían puesto adelante para impedir su escape. Maniobró el volante con gran pericia logrando llegar a la estación de los Bomberos Municipales de la zona 12, en donde le brindaron los primeros auxilios, pues había sido herido por las balas de los asesinos. De inmediato lo condujeron a un hospital, en donde estuvo internado durante un tiempo hasta su recuperación.

Tres años más tarde, el 22 de marzo de 1979, Colom Argueta fue asesinado en la zona 9 por un grupo paramilitar integrado por quince hombres fuertemente armados con ametralladoras, dirigido desde un helicóptero por un alto jefe del Ejército, quien varios meses después fue emboscado y ejecutado en la zona 5 por un comando guerrillero.

Artículo anteriorLas imprecisiones de una actuación improvisada
Artículo siguiente¿Quién mató a Mykol David Morales Narvaes?