Tal y como publicamos el sábado, han quedado en evidencia las intenciones de miembros de la Corte Suprema de Justicia por iniciar lo que sería una muy delicada acción, violatoria de la ley, pero con la intención final de castigar a la fiscal general, Thelma Aldana, por un caso que debería ser sumamente sencillo de resolver y que incluye al exdiputado Gudy Rivera.

Y la información va más allá. Blanca Stalling, Patricia Valdés, Vitalina Orellana y Josué Felipe Baquiax serían los 4 magistrados que están impulsando las acciones y que ya habrían conseguido otros tres para tener siete votos dentro del pleno de la CSJ.

La fiscal general, Thelma Aldana, ha estado en el ojo de los propietarios del sistema porque lo está rompiendo. Ha luchado para que los recursos del Estado ya no se puedan administrar como que fueran propiedad de los políticos y sus financistas, las prácticas de empresas e individuos están siendo vigiladas para que los males de siempre se vuelvan los delitos del día y las instituciones estén, muchas por obligación, al servicio de la ciudadanía.

Y esto no les gusta a los que se han hecho millonarios con la corrupción, las concesiones o porque han sido los dueños de los políticos y, por ende, de los favores que se generan desde el Estado. Por cierto, recordemos quién y cómo nombraron a esta Corte.

Pero la culpa de que la CSJ se atreva a hacer esto hoy, es de nosotros como ciudadanos. Porque si en su momento no hubiéramos permitido que la mamá del preso Otto Molina, Blanca Stalling, siguiera como magistrada, no sería ella el motor de todo este movimiento. Igual que el haber dejado a la vergüenza de diputados que tenemos, fue lo que casi significó una reforma a la Ley Orgánica del MP que de milagro no pasó.

Y las embestidas de los beneficiarios de los negocios sucios y de la impunidad seguirán viniendo mientras no tengan un enfrentamiento con quienes les podemos recordar que el poder no es de ellos, sino que lo ejercen en nombre nuestro.

Ya es momento que, de una vez por todas, les quede claro que si la excusa de mantener la institucionalidad y los procesos depende de respetar a magistrados corruptos tanto en la CSJ como en la CC, a diputados del crimen organizado o a corruptos saqueando al Estado desde lo público y lo privado, hay quienes estaremos al frente para no dejar pasar esta oportunidad única de arrebatar de las estructuras paralelas el control del poder.

Y está la oportunidad ahora. Hay que estar atentos a lo que hagan los magistrados de la CSJ, así como con los ojos bien abiertos a ver con qué intentarán después revertir los pasos que la Justicia está dando. Dependerá de la ciudadanía si es que finalmente quiere ser un actor determinante.

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