Si algún sector ha sabido mangonear a los políticos de Guatemala es el de los que se dedican al transporte urbano en la ciudad de Guatemala, quienes se dicen miembros de una asociación de empresarios, pero lo que no se puede encontrar por ningún lado son tales empresas, ya que el negocio se maneja con criterios que nada tienen que ver con lo que se conoce como gestión empresarial. Su fuente de ingresos realmente está en los arreglos que históricamente han hecho con sucesivos gobiernos para que se les asegure un subsidio a cambio de un pésimo servicio, mismo que han ido elevando a cambio de pactos políticos con funcionarios del gobierno central y del gobierno local.

Gracias a esos pactos lograron mantener un multimillonario subsidio que se entrega sin verificar la prestación de servicio, pero además lograron constituir la empresa del Transurbano que ha sido una de las más grandes estafas de la historia nacional en la que participaron activamente los llamados «empresarios», el gobierno de Colom y la Municipalidad de Arzú.

Pero si no son buenos para administrar eficientemente sus empresas de transporte, que prestan un patético servicio, resultaron muy buenos para montar empresas que dan en arrendamiento a la Municipalidad de Guatemala unidades del Transmetro. Dos personas muy prominentes en la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos constituyeron sociedades mercantiles que compraron buses articulados y que son arrendados a la Municipalidad de Guatemala, con opción de compra, en contratos que implican mucho más dinero que el valor de los buses.

La modalidad de arrendamiento con opción de compra es explicada por la Municipalidad por la falta de capital para comprar al contado las unidades que necesita para mantener el sistema. La Municipalidad no tiene dinero para comprarlos, pero dos empresarios de transporte urbano sí, y tras adquirir las costosas unidades, las alquilan por períodos ya pactados y el monto total del arrendamiento, sin contar la opción de compra, supera por mucho el valor de los buses y hasta de los intereses bancarios que habría que pagar para financiar la compra de los buses.

Guatemala no tiene un sistema eficiente de transporte público porque los transportistas tienen un pacto perverso con las autoridades que no se preocupan siquiera por hacer estudios sobre otras modalidades del transporte masivo. Y el Transmetro, que se presenta como nuestra ventana a la ciudad del Futuro que tanto ha ofrecido el Alcalde, también ha sido cooptado por los mismos empresarios que viven del subsidio que da hasta para comprar buses que luego dan en arrendamiento a la Municipalidad.

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