Adolfo Mazariegos

Penúltimo lugar en desarrollo humano: Hace pocos días, con tristeza y preocupación, leí varios titulares de prensa en los que se hablaba del recientemente presentado informe de desarrollo humano que realiza anualmente PNUD. Entre estos titulares, el de Siglo.21 (miércoles 16 de diciembre de 2015) que decía textualmente «Guatemala ocupa el penúltimo lugar en desarrollo humano» y que resume lo expuesto en dicho informe, refleja una triste y vergonzosa realidad que es imposible invisibilizar, pero que a decir verdad, no es algo que resulte realmente extraño. Es decir, ciertamente es algo verdaderamente preocupante puesto que no sólo refleja lo poco que hemos avanzado como país, sino que también indica lo poco que se ha hecho para mejorar la condición de vida de millones de guatemaltecos que no tienen acceso a una vivienda digna, a una buena alimentación, a educación de calidad, a un sistema de salud satisfactorio, etc. No obstante, sirvan estas breves líneas como punto de partida para la reflexión de lo que habrá que hacer el próximo año, no sólo las nuevas autoridades que tomarán posesión en enero, sino para todos los que habitamos el territorio del Estado guatemalteco.

Migrantes: Hace pocos días se “celebró” el Día Internacional del Migrante, razón por la cual (aunque unos días después), deseo reconocer el importante aporte de los migrantes guatemaltecos en el extranjero, particularmente quienes residen en Estados Unidos y que contribuyen grandemente a la economía guatemalteca por medio de sus remesas mensuales. Según el Banguat, el ingreso de divisas por concepto de remesas durante el 2015, supera los US $5,000 millones, por lo que, si no se contara con ese aporte, el país se vería en verdaderos aprietos (más de los que se viven actualmente). El migrante guatemalteco es sumamente importante para el país (o debiera serlo), ojalá se le ponga verdadera atención a su situación durante el próximo gobierno y próxima legislatura, sobre todo ahora que habrá un diputado que dejó de ser migrante para buscar una curul.

Un agradecimiento: El fin de año es de esperar que sea para compartir buenos deseos, buenos augurios, prospectos para el nuevo año, metas de cambio personal, planes de aquello que esperamos poder llevar a cabo durante los trescientos sesenta y cinco días que están por venir, y por supuesto, es un muy buen momento para agradecer. De esa cuenta, quiero aprovechar el espacio de hoy para dar gracias por la amabilidad que usted me ha dispensado tomándose el tiempo de leer esta columna quincenal los días lunes, esperando poder seguir contando con ese valioso tiempo de su lectura durante el próximo año. Utópolis vio la luz en octubre de 2014, por lo que, después de poco más de un año transcurrido, deseo manifestar también mi agradecimiento a Diario La Hora por facilitarme este espacio en el que afortunadamente podemos coincidir usted y yo. Muchas gracias, y desde ya, muy felices fiestas de fin de año para usted y los suyos. Mis mejores deseos durante todo el 2016.

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