La Hora fue fundada el 19 de junio de 1920 por Clemente Marroquín Rojas, pero su orientación y tipo de periodismo le significó muchas dificultades y vicisitudes que obligaron en tres oportunidades a suspender sus operaciones, siendo el período más largo el de la dictadura de Jorge Ubico Castañeda. Tras el movimiento del 20 de Octubre de 1944 el fundador del diario vuelve al país para no volver a abandonarlo nunca y apenas dos semanas después de ese día nuevamente se escucha en las calles a los voceadores anunciando “La Hora, con el editorial de Marroquín Rojas”.

Desde 1920 la intención no fue fundar un negocio, sino una tribuna para expresar puntos de vista de manera frontal y decidida en defensa de la democracia, contra toda forma de dictadura, y de los intereses del país. El compromiso original sigue vigente con el agregado de que hemos fortalecido nuestra agenda con aspectos tan puntuales como la búsqueda de la equidad en una sociedad tan desigual y, en los últimos años, el compromiso de trabajar contra la impunidad que alienta todos los vicios que han puesto de rodillas al pueblo de Guatemala. Vital y decisiva fue nuestra postura cuando en el Congreso la UNE propinó el primer revés a la CICIG y denunciamos el compromiso de gente de ese partido con grupos tenebrosos del crimen organizado, lo que los forzó a recular y suscribir el dictamen que permitió la aprobación de esa entidad internacional.

A lo largo de estos 95 años muchas veces hemos recibido ofertas de personas interesadas en comprar o invertir como socios de La Hora, pero hemos pensado que sin ese compromiso, dejaría de ser el tipo de medio que nuestro fundador soñó cuando en el lejano 1920 arrancó con un semanario de opinión que rápidamente se convirtió en polémico diario. Y continuamos siendo una empresa familiar en la que ya la cuarta generación se encuentra al frente de las operaciones manteniendo exactamente la mística original de servicio a la patria y de compromiso para funcionar como medio que ofrece la información sobre la realidad del país para hacer conciencia de la necesidad de cambios profundos para contribuir a la construcción de esa Guatemala que está refundida en el imaginario de mucha gente ansiosa de desarrollo y justicia.

La formación profesional, maestrías incluidas, de la generación en la que hemos delegado la dirección y administración del diario nos ha abierto espacios en el mundo moderno de la comunicación instantánea en el que nos hemos ubicado gracias a la credibilidad que ha sido y sigue siendo nuestro mayor capital, por lo que hoy, setenta y un años después del inicio de la cuarta época, avanzamos a la celebración, en el año 2020, de nuestro centenario.

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