John Carroll

A 15 días de las elecciones reina en el ambiente un sentimiento de incertidumbre política que se refleja en las encuestas de forma tan variada que resulta imposible creer que servirán de algo. Hoy ya hay, incluso, algunas mediciones que colocan a Jimmy Morales en el primer lugar sobre viejos conocidos de la política electoral como Manuel Baldizón y Sandra Torres. En el caso de Baldizón es evidente que su sobreexposición, la protesta social basada en la calidad moral de sus candidatos y su insolente forma de reaccionar ante la pobre y débil regulación electoral, han levantado un movimiento social de repudio. Las redes sociales han hecho su trabajo, y aunque digan que la mayoría de la población no tiene acceso a las mismas, es notoria la fuerza de la comunicación electrónica desde la región metropolitana hacia las cabeceras departamentales. Son estas opiniones electrónicas las que han permitido contrarrestar el mar de spots televisivos, las vallas y la radio replicando como loros los estribillos gastados del señor Doctor.

En el caso de Jimmy, pues que se puede decir. Ante la mirada atónita de propios y extraños ha subido, al menos en las encuestas, como la espuma. Pero es la preocupación de cualquier analista serio, el hecho de lo poco preparado que puede estar este candidato para asumir la no pequeña tarea de encabezar el gobierno de la República. Saltan a la mente miles de interrogantes que a dos semanas del día D aún no tiene una respuesta a la vista. ¿Quién es Jimmy Morales? Qué personajes se encuentran cerca como para ocupar esas 50 plazas clave que incluyen ministerios, viceministerios y secretarías? Es por esto que creo que el efecto Jimmy tendrá una merma de última hora en el votante más informado y analítico, sobre todo en las áreas urbanas. Jimmy representa el antivoto, la alternativa al nulo, el no político que gana más por ser desconocido que por presentar capacidades.

Creo que aunque muy debilitado y cabalgando fuerte al descenso, será el Doctor Baldizón el ganador de la primera vuelta con alrededor de 25% por lo que la atención del análisis debe de centrarse en el segundo lugar de la primera vuelta y muy probablemente ganador de la segunda. El pelotón perseguidor parece agruparse en una competencia muy reñida entre cuatro candidatos. Jimmy, Sandra Torres, Roberto Gonzales y Zury Ríos muy probablemente saquen entre 8 y 14 puntos porcentuales el próximo 6 de septiembre y eso implicaría que vayamos a un balotaje. Ya nadie cree como hasta hace unos meses que Baldizón o cualquier otro candidato tenga la oportunidad de ganar en una primera vuelta con más de 50% de los votos válidos y las campañas que animan a votar nulo no parecen estar teniendo el efecto deseado.

Existen claro, algunos fantasmas en la habitación con respecto a que se posterguen las elecciones por no encontrarnos en un buen momento para celebrarlas, pero la verdad veo que la eventual postergación no traería nada muy diferente para ofrecernos. Por otro lado también se escucha de posibles impugnaciones o solicitudes de nulidad después de los comicios lo que probablemente causará una inestabilidad política aún mayor a la que estamos viviendo. Creo sinceramente que nuestro sistema actual nos trajo por estos desventurados caminos porque así lo diseñamos, concebimos y aceptamos por lo que lo más sensato será apegarnos a la ley y seguir presionando socialmente para que esta sea respetada con todas sus carencias y debilidades. El camino es cambiar el camino mientras lo recorremos. Todo lo demás puede ser más costoso, mucho más.

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