Eduardo Villatoro

Desde una visión pesimista, pienso que el movimiento social encaminado a que el señor Pérez renuncie al cargo que ocupa, va declinando conforme transcurren las semanas, especialmente porque es muy difícil que la clase media que forma parte medular de las acciones que tienen como escenario la Plaza de la Constitución, a no ser su interés de que el mandatario abandone la posición que esos mismos ciudadanos lo elevaron, no coinciden plenamente en otras exigencias de los sectores populares y carecen de la enjundia de las organizaciones asalariadas, porque para la pequeña burguesía es su primera prueba de fuerza colectiva.

Además, observo otras facetas propias de este modelo de artificiosa democracia representativa, lo que me mueve a pensar que todo a va pasar sin que suceda un hecho transcendental que logre un viraje importante del país que deambula entre frágiles ilusiones y crudas realidades.

Citaré algunos casos para ser más preciso. Los miembros de la desteñida comisión legislativa encargada de analizar el antejuicio planteado contra el señor Pérez, esta(ba) integrada por diputados tránsfugas y señalados de cometer diversidad de “irregularidades” (para decirlo complacientemente) comenzando con el brabucón Baudilio Hichos, ya separado de esa mesa, quien de simple guardia de hacienda llegó a convertirse en el cacique de Chiquimula, después de haber merodeado en filas de no menos de cinco partidos políticos.

No es hasta ahora que los dirigentes del Lider, con su abanderado Manuel Baldizón a la cabeza, se percataron que el galán Arnoldo Medrano, alcalde de Chinautla desde antes de que naciera doña Adelita de Torrebiarte, es una chulada de joya en el ámbito del estercolero político, y por eso: “Se le invitó para que se vaya voluntariamente del partido”. Me enternece tanta bondad.

En otra organización de similares tufos, en primera instancia sólo vi la fotografía de la diputada Nineh Montenegro, flanqueada por sus colegas Luis Pedro Álvarez y Leonel Lira, de Encuentro por Guatemala, al que algunos consideraban la “reserva moral” del Congreso. Pero al incursionar en el texto leo que los tres parlamentarios se presentarán nuevamente de candidatos a legisladores, con el contundente, irrebatible e irreversible argumento que “la reelección debe hacerse por convicción”, y por eso se sacrificará por sexta ocasión. Ese razonamiento es un monumento a la honestidad parlamentaria y la categoría axiológica de una consagrada y vigilante política.

Frente a la tragedia ecológica ocurrida en el río La Pasión, que exterminó a miles de peces y que está causando enfermedades mortales a los habitantes del área, especialmente niños, contaminados por un plaguicida que utiliza la empresa Repsa, el diligente Ministro de Ambiente y Recursos Naturales anunció que la próxima semana se iniciarán las reuniones de las “mesas técnicas” que buscarán una solución a ese problema de poca monta, pese a que se trata de un desastre ecológico.

(El experto Romualdo Tishudo supone que esas “mesas de trabajo” se parecen a las comisiones de las que es tan aficionado el señor Pérez, porque para cualquier asuntos de leve seriedad que de vez en cuando surge en su administración, de inmediato se instalan mesas de análisis).

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