Grecia Aguilera

La Dirección General de Correos y Telégrafos de Guatemala declaró el viernes 21 de noviembre de 2014, “Primer Día de Circulación” de la emisión postal titulada “400 años de la Ermita del Cerrito de la Virgen del Carmen” que consiste en una representativa ‘hoja miniatura’ en edición limitada de 5,000 unidades que ostenta en su centro una estampilla que mide 26X60 milímetros, con un valor facial de Q10.00. En la vista panorámica de la hoja miniatura, se observa en el lado izquierdo la imagen de la Virgen del Carmen, suspendida en el paisaje. Al fondo, entre celestes difuminados del celaje, se insinúa la fachada de la Ermita, mientras que a la derecha en un tono sepia intenso, resalta la antigua edificación. El magno evento se realizó en el Atrio de la Ermita del Cerrito del Carmen y fue presidido por el Padre Bruno Frison, Rector de la Ermita; señora Vivian Lemus, Viceministra de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda; señor Jaime Fernando Osorio Alonzo, Director General de Correos y Telégrafos; Monseñor Óscar Julio Vián Morales, Arzobispo Metropolitano y el parlamentario Valentín Gramajo, Presidente de la Comisión de Comunicaciones del Congreso de la República de Guatemala. Con una prodigiosa memoria, el Padre Bruno Frison relató a todos los presentes que la imagen de Nuestra Señora del Carmen “Es un regalo de Santa Teresa de Ávila a Guatemala y tiene su origen en una visión real, auténtica, que ella tuvo en el año 1563, relatado en su autobiografía… A raíz de esta visión real, auténtica, Santa Teresa manda a esculpir la imagen que tenemos aquí. Es pequeña, lo podemos ver, cabalmente mide 44 centímetros de alto, esculpida en madera de cedro con unos dibujos y flores en oro muy sencillos. Esta imagen se quedó en el oratorio privado de Santa Teresa hasta su muerte en 1582.” En el resplandor de la Virgen resaltan doce pequeños querubines. Ostenta además en cada mano, un escapulario con el escudo de la Orden Carmelita, y bajo su manto se encuentran dos frailes y dos monjas en actitud rogativa. El Padre Bruno relató que la imagen fue traída a Guatemala por Juan Corz, quien entregó su vida a Dios como ‘Ermitaño’, es decir en permanente estado de contemplación y oración. Durante el acto musicalizó la “Orquesta Juvenil de la Escuela Elemental Rafael Álvarez Ovalle” de San Juan Comalapa, Chimaltenango, y luego se distinguió también la musicalidad de los integrantes de la “Marimba La Ermita”. Al finalizar la ceremonia repicaron ‘a plenum’ las campanas de la iglesia, en secuencia de hermosos sonidos. El Cerrito del Carmen, como es conocido por los guatemaltecos, está ubicado en la 12 avenida y 2a. calle de la zona 1 y puede visitarse todos los días, desde las 6:00 de la mañana hasta las 18:00 horas. Mi señor padre el filósofo don León Aguilera escribió en 1974 sobre el Cerrito: “Hermoso, alto refugio. Colina mística e idílica. Enhiesta, milagro de la historia. Juan Corz el de la imagen maravillosa. La colina, un mirador mágico, prismático de la ciudad en redondo… Entre los encantos de la urbe, se halla esta colina acogida en tradición, como un diamante de los siglos. Preservarla ya es un deber primordial. Otorgarle su debida funcionalidad moderna, dentro del engaste urbano, un paso comprensivo en el progreso. Y exhibir el empinado pecho entre la ciudad para arrobo de los visitantes, propios y extraños… Quienes hemos amado, recesado, estudiado o pasado por el Cerrito, somos como los dueños de semejante oasis cimero. Que sea la colina una ascensión para la Fe y el rezo, para el amor en busca de refugio puro, para quien busca tiempo de solaz en área verde, o abarca la ciudad en luna creciente de la capital en los oros dormidos del atardecer. Cuántas cosas suaves de recordar se dan allí en ese cerrito, numen en el Norte de la urbe.”

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