Luis Enrique Pérez

El dióxido de carbono es un gas que está compuesto por dos átomos de oxígeno y uno de carbono. También es denominado “gas carbónico”, o “anhídrido carbónico”. Presúmese que nuestro planeta sufre un creciente calentamiento causado por el dióxido de carbono que genera la actividad económica y que es arrojado a la atmósfera, en la cual (también presúmese) contribuye a retener la energía radiante del sol reflejada por la superficie terrestre.

En la historia de nuestro planeta la cantidad de dióxido de carbono atmosférico ha sido notablemente mayor que la cantidad que hay actualmente, aunque no haya habido actividad económica. Por ejemplo, hace aproximadamente 500 millones de años la cantidad de dióxido de carbono era diez veces más que la actual. El clima era cálido y la vida alcanzaba nuevas etapas evolutivas, propiciadas por tan cuantiosa proporción de dióxido de carbono. Y 50 millones de años antes, cuando la cantidad de ese gas también era diez veces más que la cantidad actual, el clima era frío, tan frío que era propio de una edad de hielo.

Dedúcese que, en la historia del planeta, la cantidad de dióxido de carbono atmosférico no necesariamente ha sido causa de clima cálido o de clima frío. Como afirma Patrick Moore, “hay… escasa evidencia que pueda fundamentar la hipótesis de que, en el curso de los milenios, ha habido una relación directa de causa y efecto entre el dióxido de carbono y la temperatura global.” Me apresuro a informar que Moore fue miembro notable de Greenpeace, y tiene un doctorado en ecología y es director de estudios ambientales del Centro de la Frontera para Política Pública (que es un “tanque de pensamiento”, de Canadá). También es Presidente del Comité de Bosque Sostenible, de la Alianza Forestal de British Columbia.

Moore afirma que el incremento y la disminución de la temperatura en una época en la cual la cantidad de dióxido de carbono atmosférico era diez veces más que la cantidad actual, es incompatible con la tesis de que el dióxido de carbono que genera la actividad económica y que es arrojado a la atmósfera, es la causa primaria del cambio climático. Adicionalmente, si, como pretende el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, ese dióxido de carbono es causa principal de calentamiento global, son inexplicables cuatro sucesos: primero, la temperatura aumentó desde el año 1910 hasta el año 1940; segundo, luego de ese aumento hubo un receso hasta el año 1970; tercero, ese receso fue seguido por un aumento, hasta el año 2000; y cuarto, a partir de este último aumento hubo un nuevo receso, hasta el año actual. Por supuesto, esa variación de la tendencia de la temperatura refuta la predicción de los modelos computacionales del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, ya que no sucede lo que esos modelos predicen: un aumento constante de la temperatura en función de un aumento constante del dióxido de carbono.

Actualmente hay un receso de la tendencia al calentamiento global; pero científicamente no hay certeza de que ese receso sea permanente; y si no es permanente, tampoco hay certeza de que la temperatura global tiende a aumentar o a disminuir. Solo hay certeza de que el clima siempre está cambiando, y certeza de que, el proceso de cambio, pueden alternar el enfriamiento y el calentamiento.

Post scriptum. Afirma Patrick Moore: “con nuestro limitado conocimiento no podemos predecir que el próximo cambio será hacia el calentamiento o hacia el enfriamiento.”

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