Martín Banús M.
marbanlahora@gmail.com

“Las noticias sobre la crisis en Ucrania y Crimea revelaron claramente que las noticias ya no son monopolio de Reuters, la BBC, AP o Washington Post. La ‘guerra relámpago’ de mentiras en la prensa occidental ha sido contrarrestada en gran medida por declaraciones de los medios gubernamentales rusos, que están ganando amigos e influyendo sobre gente en todo el mundo. El Kremlin también ha encontrado apoyo entre varios aliados influyentes, incluyendo exdiplomáticos, periodistas independientes y la blogosfera, una realidad que cada vez es más difícil ignorar». (Fuente: RIA Novosti / Alexéi Maishev).

Stephen F. Cohen, catedrático de la Universidad de Princeton, denunció en The Nation, la degradación sistemática con la que los principales medios de comunicación occidentales abordan cualquier asunto relativo o relacionado con Rusia. Dicha exposición se convirtió en el artículo más re-“tuiteado” y compartido en las redes eslavas. Pero además de S. Cohen, hubo muchos otros comentaristas que se negaron a seguir con el tradicional juego de dobleces de una Casa Blanca cada vez más desacreditada. Siguen, como durante la “guerra fría”, señalando a quienes no comparten su autodenominada función de gendarmes del mundo, su espionaje y su permanente rol desestabilizador de gobiernos avenidos legal y democráticamente, como hicieron con Jacobo Árbenz hace sesenta años en Guatemala o como hace un año con Viktor Yanukovich en Ucrania, ¡y van por más…!

En las agencias de prensa occidentales, -independientemente de su afiliación política-, Rusia provoca, nos dice actualidad.rt, reacciones negativas, dignas del reflejo Pavlov.

Este retrato negativo de Rusia y todo lo relativo a ese país, se difundía anteriormente por todo el mundo sin encontrar oposición mediática alguna. Los medios de difusión creían que el material enviado por aquellas agencias de noticias occidentales, fuera gráfico, escrito o televisado, era siempre razonablemente veraz, y por ello lo publicaban sin más, lo que por décadas formó una idea totalmente alterada de la realidad mundial, pues es claro que las masas no se cuestionan la noticia, se la tragan como viene creyendo que si está escrito o más aún, si es televisado, es porque es verdad. ¡Error!

Sin embargo, “el centro de gravedad de las noticias a nivel global ha comenzado a equilibrarse y moderarse”. Rusia ha llevado a cabo una misión impecable que para muchos era casi imposible. “Agencias como la red de televisión RT o Russia Beyond the Headlines, dentro de Rossíyskaya Gazeta (donde se inserta esta publicación), han dado pruebas de ser sorprendentemente populares, especialmente en Occidente”.

“En 2013, actualidad.rt (rt = Rusia Today) se convirtió en el primer canal de TV de la historia, en alcanzar 1.000 millones de reproducciones en YouTube. Ahora es el canal extranjero más visto en EE. UU. después de BBC World Service”.

Como era de esperar, los medios occidentales intentan devolver el golpe. La directora de edición de RT, Margarita Simonyán, afirma que se ha desencadenado una guerra informativa en la que sus reporteros y camarógrafos son llamados mentirosos, y a ella misma le han hecho preguntas como: “¿Cómo es que te estimula escribir sobre Rusia?”, “¿Eres comunista?”, “¿Es esto bueno para tu carrera?”, etc.

Sin embargo, la inmensa mayoría de lectores están gratamente sorprendidos al ver, desde otra perspectiva, los sorprendentes, variados y frescos contenidos, así como los encabezados de RBTH, que tienen en cuenta a su audiencia global.

Añade “actualidad.rt” que aunque muchos periodistas occidentales son capaces de producir periodismo de calidad y tienen buena intención, lo que ha sucedido, dice, es que han sido “amaestrados” para informar sesgadamente en beneficio de intereses corporativos, que son a la vez, accionistas de los mismos medios de información para los cuales trabajan…

Irónicamente, los medios de comunicación estadounidenses se parecen cada vez más a los medios estatales de la antigua URSS y rara vez se desvían de las políticas que establecen los grandes empresarios como Rupert Murdoch o Jack Welch. Disentir es peligroso, al punto que el premio Pulitzer, Peter Arnett (CNN, MSNBC) y el legendario Phil Donahue (NBC) fueron despedidos de sus trabajos por manifestarse clara y abiertamente antibelicistas…

Para colmo, el 6 de marzo de 2014 el presidente Barack Obama aprobó un decreto que le permite, imagínense ustedes, incautar los bienes de cualquier ciudadano de los EE. UU., que directa o indirectamente obstaculice la política estadounidense en Ucrania. Así, los periodistas que quieran conservar su trabajo y sus bienes, tendrán mucho cuidado con lo que filmen, digan y escriban…
“God Bless America”.

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