Juan Francisco Reyes López
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Igual que la doctrina social de la Iglesia, el presidente Correa señaló que el bien común es una obligación y una prioridad que nadie debe ignorar. Indicó que en los ocho años de gobierno que le ha correspondido presidir, paulatinamente ha corregido las normas y condiciones que existían en su país y que permitían la exportación de la riqueza sin beneficio para los ecuatorianos.

Ha logrado que disminuya la concentración de la riqueza, sin que ello implique estar en contra de la propiedad privada, de la inversión y el desarrollo económico de Ecuador. Ha tomado medidas legales para que la explotación de los recursos naturales se haga de forma equitativa, donde el inversionista nacional o extranjero recobre su inversión más un porcentaje  razonable de utilidades, la mayor parte se entrega al dueño de estos recursos no renovables: los habitantes que, a través del Estado, lo invierten en Educación (primaria, secundaria y universitaria) considerando que esta inversión social es la mejor manera de desarrollar el presente y el futuro de su país. También, en salud e infraestructura, lo que ha hecho transformarse a los puertos y carreteras en todas las regiones.

Para combatir la pobreza y la desnutrición, la política salarial ha actualizado y aumentado los salarios mínimos, lo que no solo no ha producido desempleo sino que ha contribuido al estímulo económico y a la producción de los pequeños y medianos empresarios.

En la política fiscal, Correa indicó que se han reducido impuestos sobre las utilidades y rebajado el techo máximo de pago de Impuesto Sobre la Renta; sin embargo, considerando que el recurso humano es el principal elemento que produce en cualquier empresa, se ha creado la norma denominada “salarios dignos”, lo que implica el pago del salario mínimo o el salario que al puesto corresponda más un ingreso adicional derivado de las utilidades que cada empresa produce. Si una empresa no reparte a sus trabajadores el porcentaje correspondiente de utilidades, la empresa no puede entregar utilidades en su ejercicio y por consiguiente, los empresarios o accionistas o los trabajadores no reciben un ingreso por ese concepto, hecho que ha implicado que la gran mayoría de empresas declare utilidades pero las comparta de forma ecuánime, digna y justa.

En su política internacional manifestó que considera que la OEA no ha sabido cumplir su papel para América; por cuanto, países como Estados Unidos no cumplen ni suscriben tratados que les produzcan obligaciones hacia América Latina, inclusive que es injustificable que la sede esté en Washington. Señaló que en Naciones Unidas hay un desbalance y el derecho de veto le permite a Estados Unidos y a otras superpotencias anular las resoluciones que se toman aunque las mismas sean casi por unanimidad.

El Presidente de Ecuador concluyó manifestando que cada país debe encontrar la forma de aplicar la justicia y el bien común.

¡Guatemala es primero!

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