El optimismo es una cualidad importante, pero una afirmación tan optimista sobre nuestra realidad, llamando a seguir en esa ruta de desarrollo que llevamos, según el articulista, parece un cuento de hadas. Cierto es que la estructura del país hace que aquí todo le salga bien a un pequeño grupo que mantiene un ritmo acelerado de negocios, un clima en el que mediante componendas con el sector público pueden enriquecerse algunos empresarios con el único costo de renunciar a los escrúpulos para sumarse a la danza de la corrupción, mientras que los empresarios honestos tienen que trabajar el doble para librarse de la podredumbre.

Ciertamente estamos avanzando, porque la impunidad va para adelante y la integración de las Cortes está sumida en un proceso del que no podrá salir más que un afianzamiento de las estructuras de poder oculto que apañan crímenes como el que cometen quienes desde la responsabilidad de la función pública se hacen de la vista gorda, por ejemplo, para avalar las estafas millonarias de los banqueros inescrupulosos que se alzaron con el dinero de los ahorrantes ante la vista y paciencia, verdadera complicidad, de las autoridades encargadas de ejercer controles para evitar ese tipo de abusos.

Estamos avanzando porque cada día salen más guatemaltecos a buscar trabajo en el extranjero y son muchos los empresarios que aumentan sus negocios sin arriesgar nada porque el mercado interno se nutre con las remesas que mandan esos esforzados guatemaltecos a sus familias. Estamos avanzando porque está en discusión una ley que en vez de atraer inversionistas porque ofrecemos una mano de obra calificada, nos ponemos de culumbrón quitando impuestos y ofreciendo mano de obra super barata.

Estamos avanzando porque nuestra clase política cada vez estrecha más sus vínculos con sus financistas y el pastel se reparte con verdadero arte en una danza de corrupción sin precedentes, pero que salpica a tantos como para que sean muchos los que hablan de bonanza y digan que estamos avanzando.

Estamos avanzando, en fin, porque crecen las oportunidades; que las mismas sean para unos pocos mientras los otros tienen que emigrar, es irrelevante porque en esos foros lo que cuenta es el sentir y la posibilidad de aumentar ganancias de los de la foto. El resto, los siervos, mientras no sean siervos de leva, no tienen ni voz ni voto.

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