Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

En la ciudad capital iniciamos las visitas por el mapa en relieve, por primera vez fuimos atendidos por un dinámico y entusiasta guía contratado por la municipalidad; se nos entregó un folleto bien diagramado, con un excelente contenido y aun cuando el reacondicionamiento del mapa está a medias, es de felicitar a la municipalidad de Guatemala por estar haciéndolo. El Cerrito del Carmen fue nuestra segunda parada, estaba limpio, ordenado y jardinizado, con presencia de la Policía Municipal.

Al llegar al Palacio Nacional vimos unas mantas vinílicas indicando que se estaba produciendo la primera renovación, lo cual no es cierto, en todo caso esperemos que se restituya el domo que durante el gobierno de Berger se destruyó y que cubría el patio oriente. Más importante aún, que se desalojen todas las oficinas que han usurpado la Secretaría de Comunicación y cualquier otra dependencia, donde incluso tienen a la vista del público lugares donde los empleados toman sus alimentos. El Palacio debe convertirse en un museo, ejemplo de nuestra historia social y política, emulando el Palacio Real en Madrid. Recorrimos iglesias y museos que sin duda alguna deberían de ser promovidas en su información por las autoridades respectivas, emulando a Italia.

Ciudad Vieja es un lugar que merece ser exaltado para lo cual la municipalidad y las autoridades de la Iglesia Católica deberían de integrarse. Antigua Guatemala tomó parte de nuestro tiempo, razón por la cual varios días le pagamos a la municipalidad el peaje por estacionar el vehículo, sería adecuado que a los turistas nacionales e internacionales se les extendiera un cobro por uno, dos o tres días para visitar las ruinas y monasterios y no tener que estar pagando en cada lugar, donde lamentablemente, salvo que se pida, no dan ninguna información sobre el monumento y cuando uno la solicita entregan una precaria hoja, impresa en tinta café, sin ninguna calidad de diagramación a pesar que en cada ruina los turistas extranjeros tienen que pagar Q40.00 para entrar, por lo que si visitan cuatro monumentos son Q160 por el día. No se ofrece ningún equipo de audición que explique y relate el monumento como sucede en España, Italia y otros países, todo lo que evidencia el subdesarrollo para atender al turismo.

Llevé a mis amigos a conocer el bello lago de Atitlán, comparable en belleza a cualquier otro espectáculo natural del mundo. Nuevamente, pagamos los servicios de hotel en dólares para evitar que nos aplicara la tasa de cambio de Q7.90 por un dólar a pesar que la moneda oficial es el quetzal; me enteré que todos los hoteles han establecido un cartel. La comida continúa siendo poco atractiva y sus precios son el 50% más alto que en un hotel cinco estrellas de la capital. Por el contrario, en Panajachel cenamos en una excelente pizzería, con música en vivo, buen servicio y precios inferiores a los de la capital.

¡Guatemala es primero!

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