Y claro que ese hecho, en el que millones de judíos enfrentaron lo que los nazis llamaban la “solución final”, debería ser uno de aquellos sucesos de la historia que nos mantenga como seres amarrados a la lógica de la humanidad, pensar en nunca despreciar la vida ni atacar a las personas por su raza, origen, ideología o creencias religiosas de la manera en que sucedió a los judíos en la época que con tanto oficio de lástima proyectan.
Pero la peor hipocresía es que hagan ese uso del drama humano que sufrieron, mientras están actuando igual que los nazis de la época en que los atacaron a ellos. Y queremos ser claros que no estamos justificando el uso de las prácticas del holocausto. A lo que nos oponemos y denunciamos con energía es a ese ejercicio criminal en contra de las comunidades palestinas que están sufriendo constantes ataques en los que mueren civiles y principalmente niños indefensos cuya muerte justifican al decir que son utilizados como escudos humanos.
Mientras ocurran estos crímenes se deberían de cerrar los museos con los que pretenden dar lástima y mantener su manipulación política, para poderlos modificar de manera que la primera parte sea de su historia dolorosa en búsqueda de su territorio y el holocausto, para terminar en la segunda mitad como los que echan de sus tierras a los palestinos y los que cometen el genocidio que están perpetrando con eficiencia y sin conciencia.
También hay que decir que es tan hipócrita la actitud del “principal aliado” de Israel, Estados Unidos, porque la energía que ha mostrado el presidente Barack Obama como policía mundial y que ha llevado a una enérgica reacción contra Vladimir Putin por el rol de Rusia en Ucrania, no se ha visto contra Netanyahu mientras sigue matando a los niños y adultos palestinos. Menos, a los conservadores y religiosos miembros del Tea Party y los Republicanos que toleran la muerte mientras sea causada por los “amigos” judíos.
A todos los lectores, les pedimos que vean y relean lo que está ocurriendo en Gaza. La hipocresía tiene que tener un costo y debemos dejar de ver como víctimas a los asesinos.
