Walter Juárez Estrada

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La conformación de pandillas desde hace años se dedica a la extorsión, les representa ingresos de miles de dinero, conformadas por familias. Hasta hoy, ha sido imposible su erradicación por la incapacidad de las fuerzas de seguridad que no han logrado su erradicación y ha obligado a diputados se modifique el código penal y se considere a los extorsionistas, como terroristas, imponiéndoles varios años de prisión y penas pecuniarias de miles de quetzales.

Quienes conforman esos grupos antisociales-mara18 y salvatrucha actúan con la complicidad de la policía, según denuncian las víctimas que exigen mayor acción de las autoridades y esperan que prospere la iniciativa de un partido político en un período electoral y se reactive ese proyecto que en legisladoras pasadas ha sido engavetado al no encontrar consenso.

Con frecuencia la policía aprehende a los delincuentes, que en la mayoría de ocasiones reciben órdenes bajo presión de muerte de los líderes de esos grupos que están confinados y condenados a varios años de prisión en los centros penales que, desde sus celdas por la vía telefónica, amenazan a sus víctimas que, por temor a morir, acceden a esas exigencias. En los últimos días los comerciantes del mercado de la Parroquia zona 6, se vieron forzados por algunos días a cerrar sus negocios al ser blanco de los mareros, que los amenazan si no cumplían con el pago de la extorsión.

Por más de una semana el transporte extraurbano que opera de la Antigua Guatemala a la capital y puntos intermedios se vio forzados a prescindir sus servicios por las constantes amenazas de muerte, al negarse a pagar a los extorsionadores una cuota semanal de “semana santa”, servicio que se reactivó al recibir la promesa de la policía que les iba a dar seguridad, pero que la amenaza sigue latente. Comerciantes y transportistas de otras regiones también han sido blancos de los mareros y varios pilotos han fallecido al negarse a cumplir el requerimiento de pago.

Estos grupos de extorsionistas desde hace años vienen operando y tienen un legado de sus antepasados que los obligan a organizarse y vivir de la extorsión. Se espera que prospere la iniciativa de los diputados para imponer penas severas contra los delincuentes, que no les importa matar a quien no accede a sus requerimientos. Es aconsejable que las fuerzas de seguridad se asocien con el Ministerio Público, obligado a instruir a la policía y apresar a los criminales que han causado la muerte de víctimas atrapadas en su quehacer delictivo, y aquí también debe actuar el Organismo Judicial e imponer penas severas contra los antisociales y el Sistema Penitenciario, actuar en los presidios, que es el centro de operaciones de los dirigentes de éstos grupos que tienen la complicidad de familiares y amigos que bajo amenazas los obligan a revelar el número de su cuenta bancaria para hacer los depósitos de las extorsiones donde la Superintendencia de Bancos, debe jugar un rol importante denunciado ante las instancias respectivas, cuando detecte depósitos millonarios sin respaldo.

Si se logra ese conjunto de instituciones, parcialmente se pueden reducir las extorsiones, una lacra social, en caso contrario, los delincuentes seguirán haciendo de las suyas por la incapacidad de la fuerza pública, para erradicarlos e investigar la complicidad de policías en esta clase de acciones delictivas que han dejado miles de víctimas al rechazar sus exigencias.

¡Si usted ha sido víctima de éstos criminales denúncielos para ser aprehendidos!

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