Víctor Ferrigno F.

Jurista, analista político y periodista de opinión desde 1978, en Guatemala, El Salvador y México. Experiencia académica en las universidades Rafael Landívar y San Carlos de Guatemala; Universidad de El Salvador; Universidad Nacional Autónoma de México; Pontificia Universidad Católica del Perú; y Universidad de Utrecht, Países Bajos. Ensayista, traductor y editor. Especialista en Etno-desarrollo, Derecho Indígena y Litigio Estratégico. Experiencia laboral como funcionario de la ONU, consultor de organismos internacionales y nacionales, asesor de Pueblos Indígenas y organizaciones sociales, carpintero y agro-ecólogo. Apasionado por la vida, sobreviviente del conflicto armado, luchador por una Guatemala plurinacional, con justicia, democracia y equidad.

post author

Víctor Ferrigno F.

«El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente” reza la sentencia que Lord Acton hizo en una carta a un obispo anglicano, en abril de 1887. Esta previsión se ha convertido en realidad en muchos casos, pero en Guatemala es de antología, pues el pacto de corruptos ha hecho de las corruptelas una política de Estado.

No creo que los empresarios venales, los políticos corruptos y los militares masacradores, que integran el pacto de corruptos, hayan leído a Lord Acton, pero empíricamente aprendieron que para gozar de impunidad hay que copar el poder, y éste les llevó a una bacanal de corrupción. Por ello, el pacto de corruptos se ha dedicado sistemática y tenazmente a cooptar todas y cada una de las instituciones del país; ya solo les falta la Procuraduría de los Derechos Humanos. El último golpe de Estado blando lo dieron este mes, imponiendo a un rector espurio en la Universidad de San Carlos (USAC) y reeligiendo a una fiscal general acusada internacionalmente de corrupta y antidemocrática.

Ante las protestas de EE. UU. por la imposición de Consuelo Porras como Jefa del Ministerio Público, Giammattei sostuvo que mientras él sea presidente, “a éste país se le respeta”, y que ya pueden irse metiendo su Cumbre de las Américas por donde les quepa, pues él no asistirá, a sabiendas que no será invitado.

Emulando a Luis XIV de Francia, El Rey Sol, quien ejercía la monarquía absoluta y sostenía que “el Estado soy yo”, Giammattei pretende ejercer un poder absoluto, imponiendo fiscal y rector de pacotilla, porque quiere y porque puede, en “su país”. Pero se agarró contra Sansón a las patadas. Pelearse contra EE. UU. y contra el conjunto de la Nación solo se le puede ocurrir a quien está borracho de poder, aunque sea espurio.

La respuesta de la potencia del norte se hará sentir pronto, y la Alcaldía Indígena de Sololá y los 48 Cantones de Totonicapán ya están llamando a manifestar pacíficamente, para desaforar a Porras. En 2015, el diputado Galdámez, ahora procesado por corrupto, se reía de las concentraciones en la Plaza y decía que éramos cuatro gatos. Pero logramos ser legión y desaforamos a Baldetti y a Pérez Molina, con apoyo de la CICIG.

Controlar a la USAC implica dominar el centro de conocimiento más importante del país, con 200 mil estudiantes inscritos en programas académicos de pregrado y grado en 10 facultades, 9 escuelas no facultativas, 22 centros universitarios departamentales y 2 institutos tecnológicos, en los que laboran 10,989 docentes y 5,734 trabajadores; no es poca cosa incidir tan determinantemente en el imaginario colectivo de la Nación.

Tener control del Ministerio Público implica dominar la acción punitiva del Estado, pudiendo perseguir a ciudadanos beligerantes y a operadores de justicia probos, como el honorable Juez Miguel Ángel Gálvez, o la Fiscal Virginia Laparra. La política institucional de Consuelo Porras ha consistido en aplicar el Derecho penal del enemigo, para criminalizar a cualquier opositor del régimen dominante, y poder seguir prodigando impunidad a los que roban y matan, por hambre o plomo.

Ayer, la ciudadanía consciente e indignada, anunció que “se han organizado y auto convocado para construir la resistencia social al #PactoDeCorruptos, que ha cooptado casi la totalidad de instituciones del Estado, y ha emprendido una criminalización espuria contra el honorable #JuezGálvez y otros operadores de justicia probos e independientes”.

Para iniciar ese proceso de organización y resistencia, convocaron a una concentración ciudadana frente al Ministerio Público, el próximo viernes 20 de mayo, a las 10:00 horas solicitando llevar carteles y mantas condenando la impunidad, defendiendo la independencia judicial, y manifestando que, irrestrictamente #YoApoyoAlJuezGálvez.

El llamamiento ciudadano concluye con la consigna “Organizarnos para resistir, resistir para vencer”. ¿Nos acompañan?

Artículo anteriorCerrando espacios y abriendo frentes
Artículo siguienteQuemaron naves