Sandra Xinico Batz

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El 13 de septiembre la Embajada de Estados Unidos en Guatemala, en una conferencia de prensa realizada junto al Ministerio de Relaciones Exteriores, informaron que a partir de esa semana se estarían realizando 2 vuelos al día de personas deportadas, en cada vuelo vendrían un aproximado de 130, eso significa que en un rango de tiempo de lunes a viernes habrían retornado a 650 personas. Según el Instituto Guatemalteco de Migración, del 22 de agosto al 9 de septiembre, ingresaron por el Puesto Fronterizo El Ceibo, ubicado en Petén, 4542 personas retornadas, de distintas nacionalidades; el 21 de septiembre informaron en su página web que hasta esa fecha habían ingresado: “1,445 guatemaltecos, 5,773 hondureños, 1,199 salvadoreños y 159 nicaragüenses”.

En los últimos días dos bebés guatemaltecos han muerto en el trayecto hacia Estados Unidos, uno por deshidratación y otro por asfixia, ambos eran llevados por sus padres y madres quienes migraron con la esperanza de tener una vida diferente, las condiciones del trayecto son terroríficas, aún así miles de personas se arriesgan día a día a emprender un viaje cuyo futuro es incierto, porque no solo es difícil (por no decir imposible) que les dejen ingresar a Estados Unidos, sino que cientos de personas pierden la vida intentando cruzar; en Guatemala constantemente se escuchan las experiencias de familias que deben pagar altas cantidades de dinero, para que no maten a sus familiares quienes han sido secuestrados en México. ¿Cuánto tiene que estar pasando en un país, para que aún en estas condiciones, las personas decidan migrar?

Hace unas horas se dio a conocer que más de 5 mil migrantes, que se encontraban acampando debajo de un puente internacional en Texas, no lograron ingresar a Estados Unidos y serían reubicados en albergues en México; en este lugar han estado acampando un aproximado de 15 mil migrantes, en su mayoría procedentes de Haití; distintas fotografías circularon esta semana, en las que se podía observar a policías fronterizos de Estados Unidos montados en caballos golpeando con látigos a migrantes haitianos, La Casa Blanca dijo “repudiar” estas acciones, sin embargo su postura anti migrante se mantiene y sus acciones al respecto de la migración no han variado a las del ex presidente racista Donald Trump.

En este campamento también hay guatemaltecas y guatemaltecos; la situación de este país no es muy distinta a la de Haití, ambos territorios empobrecidos y colonizados; los gringos han tenido mucho que ver en este empobrecimiento y su calidad de vida se ha sostenido en gran parte del saqueo y la invasión neocolonial que Estados Unidos mantiene en nuestros territorios. Los gringos no se ensucian las manos, para eso están los migrantes provenientes de países que Estados Unidos controla.

En medio de la agudización de la crisis, los precios siguen subiendo mientras los salarios continúan de miseria; el gas volvió a subir, esta vez hasta un 10%. También están caros los alimentos, la energía eléctrica y el combustible. La pandemia al igual que el mal gobierno no dan tregua.

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