Samuel Flores

Periodista, fotógrafo y catedrático universitario, interesado en la recuperación de la memoria histórica del periodismo en Guatemala. Comprometido con la formación académica de la juventud mediante la investigación, verdad y justicia. Opositor a la corrupción, despilfarro y excesos cometidos por los gobernantes y funcionarios que se han enriquecido a base de la pobreza extrema de la población principalmente en el área rural.

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Samuel Flores

Con 164,557 desempleados y más de 597,710 en subempleo “visible” en el 2021, actualmente se negocia el salario mínimo en la Comisión Nacional del Salario, CNS, con planteamientos del Ejecutivo, IGSS, Banguat, y la élite industrial, comercial, y del agro, en busca de establecer un nuevo techo salarial en la ciudad.

Un salario mínimo mensual vigente de Q3,209.24 para actividades no agrícolas; de Q2,954.35 para actividad exportadora y de maquila; y de Q3,122.55 para actividades agrícolas (todos con bonificación incluida), los guatemaltecos no podemos afrontar el alto costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que alcanza los Q3,454.98, mensuales, y mucho menos, el costo de la Canasta Ampliada (CA), que supera los Q7,977.33.

Con el salario mínimo mensual vigente, las familias trabajadoras carecen de recursos para cubrir gastos de Educación, salud, transporte, vivienda, y otros. Si a ello sumamos que cada año egresan más de 180 mil jóvenes graduados del nivel diversificado, las estadísticas oficiales de subempleo y desempleo se quedan cortas, razón por la cual millares de jóvenes y adultos del área rural y cinturones de pobreza de las ciudades se ven obligados a migrar en busca de mejores oportunidades.

Con las medicinas carísimas y médicos con especialidades que cobran elevadas tarifas por consulta, ese gremio y –principalmente- las farmacéuticas y laboratorios son las principales beneficiadas en la actual crisis económica.

Recientemente, conductores y gremiales de transportes de pasajeros y de transporte de carga perecedera, han protestado por el alto costo del diésel, recargo que impacta directamente en la tarifa que se cobra a los usuarios.
Siempre los afectados son los trabajadores que diariamente acuden a sus puestos de trabajo.

En la actualidad es común observar picops cargados con muebles y artículos del hogar de familias que buscan mudanza debido al incremento del alquiler. Esta realidad es la que el sector oficial y empresarial intenta ocultar, millares de familias que afrontan el bajo nivel de adquisición de cada quetzal que devengan por concepto de salario.

Aunque vemos el incremento de jóvenes emprendedores, sin embargo, una inmensa mayoría carecen de las herramientas, orientación, capacitación y recursos financieros necesarios para montar un negocio, servicio o comercio, principalmente, los egresados de institutos públicos.

Es hora que los miembros de la Comisión Nacional del Salario impulsen un incremento justo que permita a la población afrontar el incremento a los alimentos, combustibles, salud, vivienda, y otras necesidades a fin de disminuir el empobrecimiento y frenar la migración de los guatemaltecos al extranjero ante las faltas de oportunidades de desarrollo.

La pandemia y la invasión de Rusia a Ucrania son factores que inciden directamente en el encarecimiento del costo de la vida, sin embargo, el gobierno tiene la responsabilidad de impulsar políticas de apoyo a la población necesitada en momentos de crisis.

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