Samuel Flores

Periodista, fotógrafo y catedrático universitario, interesado en la recuperación de la memoria histórica del periodismo en Guatemala. Comprometido con la formación académica de la juventud mediante la investigación, verdad y justicia. Opositor a la corrupción, despilfarro y excesos cometidos por los gobernantes y funcionarios que se han enriquecido a base de la pobreza extrema de la población principalmente en el área rural.

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Samuel Flores

Es lamentable que Guatemala no reciba vacunas contra el COVID-19.
Honduras, El Salvador y otros gobiernos centroamericanos si hacen esfuerzos por inmunizar a la población. Este gobierno apuesta la cabeza de la Ministra de Salud, porque es más fácil lavarse las manos con otra despedida al frente de la cartera de Salud.

En 2020 ese gobernante despidió al anterior ministro Hugo Monroy por su mal manejo para atender la pandemia. No se trata solamente de cambiar rostros de ministras ni ministros, el gobierno debe atender la necesidad de la población, de la juventud, niñas, mujeres, adultos de la tercera edad. Para ello pagamos impuestos.

El gobierno manipula las estadísticas a su antojo, sale en transmisiones quejándose de que somos los guatemaltecos los culpables de las defunciones. Considero que la ministra aún no hay que pedirle la renuncia. Al que si hay que pedirle la rendición de cuentas es al
mandatario. Él gobierna desde su escritorio, sin embargo, somos la población los que necesitamos las vacunas. Pero no solo vacunas contra el COVID-19. Debe atendernos en otros padecimientos. Si los países centroamericanos lo logran. Porqué Guatemala no? No debemos afrontar la pandemia en base a donaciones.

No somos estadísticas, somos seres humanos que necesitamos de atención médica, que por supuesto el gobierno del partido VAMOS, la incumple.

Estados Unidos donó 1.5 millones de vacunas a Honduras, Pfizer entrega a El Salvador un lote de 125,190 vacunas. Los gobernantes si atienden a su población. Porqué Guatemala no?

Yo no debo viajar a Tapachula, México; ni al Salvador, Honduras y mucho menos a Estados Unidos a recibir mi segunda dosis. Pago impuestos por lo tanto el gobierno debe atender mi necesidad.

Somos miles de hogares azotados por la pandemia. Ya no hay que castigar a las familias, debemos exigir atención inmediata.

Yo me sentí protegido cuando recibí la primera dosis, hoy me arrepiento. Considero que es un insulto a miles de familias que necesitamos vacunas y atención médica.

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