Pasemos del análisis a ser estrategas para hacer planteamientos a los nuevos gobernantes
Convirtámonos en verdaderos estrategas en cualquiera de los ámbitos en que nos desenvolvamos para afrontar la problemática guatemalteca, porque con tanta confrontación social, diferencia de criterios, falta de confianza, marcado protagonismo con conflictos de intereses personales y sobre todo un egoísmo orientado al interés personalizado, dejando por un lado las prácticas comunitarias y colectivas de aquellos dorados y recordados tiempos, principalmente en comunidades del interior de Guatemala.
Estrategas nos hacen falta para liderar y comprender la problemática social, estudiando y planteando diferentes escenarios de las situaciones que nos marcan como sociedad guatemalteca; sabiendo que somos una población multi étnica, plurilingüe, multicultural con un pasado que nos dejó divididos como la guerra estúpida de 36 años donde hubo muertos inocentes asesinados por dos frentes que sólo seguían ordenes sin saber a qué le jugaban, habiendo más perdedores que ganadores. Sumado a esto, hemos ido desarrollando una manera de hacer política donde los que ingresan a la misma creen que son los amos y señores del pueblo de Guatemala, sirviéndose de los recursos del gobierno, dejando por un lado el papel del funcionario público quien en esencia es un servidor del pueblo, siendo un verdadero facilitador de procesos y no simplemente una persona que cobra su cheque mensualmente y quien debe tener responsabilidad social en favor de su comunidad; pero en estos tiempos esos atributos brillan por su ausencia ya que los funcionarios públicos actuales, no tienen el menor interés de ser parte de una sociedad a la cual pertenecen o volverán a ser cuando dejen el cargo público.
Los estrategas son personas visionarias que producen, detectan y administran las ideas; trazan el rumbo, crean valor, diseñan planes y monitorizan su ejecución; protegen las acciones de proyectos y los equipos, y, con cada decisión, confeccionan el futuro de los planteamientos en ejecución.
Partiendo de la premisa anterior, es importante enviar mensajes estratégicos a los nuevos gobernantes, principalmente a aquellos que son primerizos y también los que piensan que el haber hecho función pública en cualquiera de los gobiernos corruptos de la historia, son dotados de “grandes conocimientos y experiencias”, evitando a que sigan cometiendo tonterías fincadas en la prueba y error, porque no han leído, ni conocen la Guatemala profunda y realidad nacional, porque su ámbito de acción se circunscribe a Oakland Place, Ciudad Cayalá, otros a veces han tenido oportunidad de visitar Antigua Guatemala, Atitlán, Tikal y algunos afortunados han sido parte de caravanas políticas y han conocido cabeceras departamentales y municipales, etc., pero eso en síntesis, están en la misma situación que la mayoría de políticos, obviamente, eso no es conocer el país en su totalidad, ver y sentir los verdaderos problemas que vive la población.
La visión, análisis, objetivo y plan son los cuatro elementos en los que un estratega fundamenta sus acciones, utilizando tácticas que serán aplicadas de acuerdo al conocimiento de la contraparte considerada como enemiga, que para el caso de Guatemala serían los demagogos, fácticos, crimen organizado o bien llamados Pacto de Corruptos, quienes están bien identificados, con nombre y apellido y por otro lado están los retos del desarrollo integral de los guatemaltecos, que viene a ser lo más importante.
En todo este contexto, el verdadero planificador piensa y actúa estratégicamente, implica ser capaz de trazar un curso de acción que conduzca a resultados, a la luz de las oportunidades, los obstáculos y los cambios, y garantizar que las acciones se implementen de la manera correcta y en el momento adecuado para lograr el resultado deseado.
El gobierno y sus funcionarios actuales deben actuar en función de una estrategia en base a vivencias con gente de experiencia comprobada de campo, mejor si están alejados del espectro político, dejando por un lado aquellos oportunistas que merodean cada 4 años buscando cargos públicos para mantener su modus vivendi, acomodos y buenos salarios.
La estrategia seguirá siendo la toma de las mejores decisiones, en cuanto a productos, servicios y demanda las que formarán parte del futuro del quehacer gubernamental. Este tipo de decisiones son fundamentales para garantizar que los recursos limitados se destinen a las oportunidades más prometedoras que proporcionarán el mayor rendimiento de los recursos del estado guatemalteco.
Es responsabilidad de los periodistas, analistas, críticos, académicos, creadores de contenido, profesionales, población en general, etc. dedicar tiempo a diagnosticar el futuro con planteamientos estratégicos y que el gobierno ponga atención a muchos que por no ser políticos no tendrán la oportunidad de gobernar; pero si tienen experiencia y solvencia moral para hacerles ver cómo deben hacer gobierno. Hablar y analizar el pasado es fácil, pero ser estrategas con buenos planteamientos es un poco más difícil. En la medida de lo posible se debe ser estratega que sepa hilvanar los hilos para confeccionar piezas dignas de nuestra clientela, “Población Guatemalteca” y mucho mejor si solo somos tejedores invisibles, porque lo importante es que se hagan proyectos novedosos de éxito colectivo, dejando el protagonismo característico en muchos, principalmente en redes sociales.
Urge tener un guía con conocimientos claros de un gobierno innovador ante difícil y compleja situación de retraso de la gran mayoría de guatemaltecos que estamos buscando un verdadero gobernante dotado de experiencias y conocimientos para sorprender a su clientela y no sólo un administrador de los recursos públicos, porque esto, aunque no tengan experiencia, lo aprenderán en pocos meses.
Nuestro anhelo es que Arévalo sea ese verdadero Estratega experto e innovador en desarrollo integral o que escuche a tanto estratega que quiere aconsejarlo.