Estamos en segunda vuelta para elegir una de las dos opciones y como guatemaltecos estamos ansiosos y con esperanzas de que una vez más vamos dar nuestro voto para que llegue alguien que realmente nos demuestre con hechos sus intenciones de encarar los eternos problemas que tiene Guatemala como son la corrupción, impunidad y otros tantos males que nos tienen como uno de los países que lo único que medio tiene de democracia es el voto del ciudadano, el cual muchas veces no se respeta como tal.
A los dos contendientes les hacemos un llamado para que nos vallan cumpliendo algunos pendientes, poniéndoles como ejemplo la reducción de privilegios, plazas fantasmas, salario presidencial, vicepresidencial, ministros, asesores, etc., porque no puede ser que en un país con marcadas desigualdades, tanta pobreza y desnutrición extrema haya funcionarios ganando sueldos estratosféricos que lloran sangre; esperando de verdad el cumplimiento con la divulgación de un acuerdo gubernativo para poner el ejemplo a los otros poderes del estado: legislativo y judicial.
Gane quien gane, no tendrán un cheque en blanco porque la población está harta de mucho descaro de los burócratas, quienes se vuelven millonarios al robarse el dinero que los guatemaltecos con el sudor de la frente pagan mediante los impuestos. Hoy más que nunca la población debe iniciar con plena decisión y con muchas ganas la función cívica y ciudadana y no darles un cheque en blanco para no continuar con este esquema de impunidad y corrupción impuesto por todos los gobiernos de los últimos 50 años.
Por otro lado, hay pocos espacios en algunas leyes que dan participación a la sociedad civil, mencionando por ejemplo la Ley de los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural, la cual dice que los presidentes deben tomar en cuenta las ternas que la sociedad civil presenta para ocupar el cargo de Gobernador Departamental, situación que yo recuerde nunca se ha hecho efectiva tal y como dice la ley. Tradicionalmente estos cargos son otorgados para pagos y favores políticos y se han prestado para corrupción con los fondos asignados al Consejo Departamental de Desarrollo, cuando los elegidos tienen el rol de Presidente de esta entidad departamental. Estos liderazgos han ido perdiendo credibilidad porque han sido ocupados por falsos representantes, lo cual lo hace perder legitimidad e incluso hay en algunos casos perpetuidad en ciertas representaciones.
Para este caso se deben considerar las propuestas de la sociedad civil representada en el CODEP, pero con la supervisión de población civil en ciudadanos honorables, quienes serian garante de un proceso limpio y transparente, con lo cual se estarían supervisando el que hacer de estos ciudadanos que representan a la población en estos niveles del CONADUR, debiéndose convocar a un diálogo departamental para hacer asambleas departamentales bien representadas y buscar los mecanismos con los perfiles y términos de referencia que debe llenar un gobernador para que el Presidente de Guatemala por primera vez y con presión social acepte y valide este proceso.
Si mismo, aunque la ley no lo indica, la selección y elección de ministros, secretarios y asesores que sea de acuerdo a ternas presentadas por la sociedad civil, procurando también mezclar profesionales de los cuadros de los partidos y personajes de reconocida capacidad de la sociedad civil, dando espacios a aquellos que conocen los territorios en diferentes departamentos y municipios del país y no sólo los citadinos como ha ocurrido en todos los gobiernos. Repito esto no está en ley, pero tampoco dice que no se pueda hacer, esto sentaría un verdadero precedente de incorporación y participación ciudadana. Continuaremos con otros temas de importancia.