Rodulfo Santizo

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Guatemalteco, migrante, facilitador de procesos para fortalecer el tejido social, visor y monitor del bienestar social, multifacético, persistente, soñador por una Guatemala diferente, gestor en desarrollo.

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Rodulfo Santizo

Ante la clara y evidente cooptación de casi todas las instituciones de los tres poderes del gobierno de Guatemala y cuánta institución autónoma y semiautónoma existente, lo único que nos queda como sociedad civil es participar activamente en las próximas elecciones haciendo verdaderos cambios con una nueva clase política que llegue a oxigenar el quehacer gubernamental con una visión de velar por el bien de las mayorías, porque claro está que actualmente solo hay democracia para la oligarquía, mientras que para la gran mayoría de la sociedad hay únicamente una dictadura que da privilegios a grupos que están interesados en hacer negocios estando en puestos públicos.

No hay otro camino, más que unirnos y concientizar a todos aquellos que se dejan comprar con cancioncitas, una provisión alimentaria, láminas, machetes, azadones, cualquier cantidad de dinero o las falacias y ofrecimientos de los mercenarios; desperdiciando el sufragio, apoyando al candidato menos indicado, quien estando en el poder hará lo mismo de siempre porque está comprometido con los grupos y rufianes que siguen fomentando la corrupción e impunidad a la que están acostumbrados.

En estos eventos electorales del 2023 no caigamos más en esa trampa de siempre, mandemos al diablo a esos candidatos que vengan con las mismas mañas de siempre, trayendo música y cantidad de publicidad barata sin contenido para lograr nuestro propio desarrollo. Ya es tiempo que la población abra los ojos y empiece a visualizar nuevos liderazgos políticos, poniendo los ojos en esos jóvenes, mujeres y aquellas personas con grandes capacidades que están deseosos de participar, porque en ellos está el futuro inmediato para dejar bases sentadas de gobiernos con más y mejor sentido comunitario con representatividad, legitimidad y legalidad.

Busquemos como guatemaltecos nuestras propias formas de lograr esos cambios, invitando a todos los sectores a sumarse a este esfuerzo, en el cual tenemos cabida todos sin distinción de raza, religión, nivel económico. Otros países ya nos pusieron el ejemplo como el caso de Chile y Honduras, emulemos esas actitudes donde la población reaccionó y por medio del voto mandó al lugar que le corresponde a esa clase política obsoleta que lo único que hace es entorpecer el Progreso y Desarrollo de esta bella Guatemala.

Si verdaderamente somos amantes de la democracia es nuestro deber empezar a trabajar con aquellos partidos que quieran hacer esos cambios estructurales para tomar nuevos rumbos en un país con población civilizada donde todos tendríamos los mismos derechos y obligaciones pero con apertura a los espacios para ser parte en la toma de las grandes decisiones teniendo voz y voto, quedando legalmente establecido dentro un nuevo orden constitucional, eliminando los privilegios actuales para los grupos tradicionales.

Nos urge un nuevo orden político, oxigenando todos los espacios con nuevas caras y actores comprometidos a servir a la población y no servirse del Estado a costa de los impuestos que pagan todos los guatemaltecos, porque el  hartazgo ya llegó a su máxima expresión, siendo tiempo ya de que los guatemaltecos saquemos ese coraje que nos caracteriza y digamos: ¡BASTA YA!, al  diablo con tanto politiquero demagogo, los buenos somos muchos y podemos vencer a esas minorías que quieren seguir haciendo piñata con los recursos del gobierno.

Los migrantes guatemaltecos en el extranjero deben ejercer su liderazgo haciendo influencia con sus familiares  y sus amigos en Guatemala para lograr esos cambios, estamos en buen tiempo, además somos quienes mantenemos la economía guatemalteca, utilicemos nuestro potencial, despertemos ¡ya!

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