Por un término de tres semanas consecutivas tuve a bien escribir esta trilogía de mi columna para exponer o, mejor dicho, evidenciar la verdadera intención de pedir la suspensión o cancelación del Movimiento Semilla.
Todos sabemos que la vida se mueve por intereses, intereses que pueden ser buenos o malos, bien o malintencionados surgidos por necesidad, miedo, venganza o ambición. ¿Qué tipo de intereses se mueven en este momento? ¿Cuál es el interés real de que sea cancelado Semilla? Ese interés dependerá de quién esté haciendo tal solicitud o bien de quién este “ayudando” para lograrlo.
En sus más recientes declaraciones, la Presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Irma Palencia, mencionó que varios son los partidos que el Registro de Ciudadanos está investigando por diversidad de irregularidades, incluyendo hechos similares a los de Semilla. Fue muy precisa en proporcionar cifras y nombres que, según dijo, ya están a disposición del Ministerio Público (MP) desde hace mucho.
Pensé en contar tres o cuatro casos de personas cuyos nombres fueron utilizados sin su autorización en comités pro formación de partidos. Estos casos los hicimos públicos a través de las redes sociales con el fin de demostrar que la clase política ha perdido el rumbo y que muy lejos está el concepto de verdaderas agrupaciones políticas, ya que se convirtieron en vehículos electorales armados con piezas falsas, usadas o chapuceadas.
Esos casos nunca fueron investigados y nunca despertaron el interés del ente investigador; sin embargo, el caso Semilla pasó a más, y la denuncia no se quedó engavetada, avanzó precisamente en época electoral, no antes ni después. Aunque el MP no tiene intención de dañar a Semilla como tal, su enfoque es el presidente electo y evitar que tome posesión.
Que ahora también el MP mencione que hay otras agrupaciones investigadas y ahora les inicie proceso, tiene el propósito de encandilar a la ciudadanía, ya que esas investigaciones pudieron haber sido solicitadas desde la primera vuelta electoral. Lo hacen ahora para que no se crea que las baterías están cargadas solamente contra Semilla.
Los constituyentes seguimos teniendo la razón al afirmar que debe prevalecer la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP) por sobre cualquier otra ley o norma. Cito de nuevo a la presidenta del TSE cuando dijo “todo empezó cuando se usó la ley del crimen organizado en este único caso”.
Repito, todo se mueve por intereses. Cuando vemos al Partido Unionista, por ejemplo, pedir que se adelante el cierre del proceso electoral no lo hace con el afán de que le arrebaten la personería jurídica a Semilla. ¡No! ese tema no le interesa, su interés es asegurar la alcaldía y evitar el surgimiento de nuevas dudas sobre quién fue el verdadero ganador, su interés de cierre es porque los allanamientos del MP continúan (de manera impresionante y alarmante), así como la ejecución de órdenes de captura y estas acciones pueden hacer revivir el pedido de revisión de actas y conteo de votos lo que pondría en riesgo todo lo oficializado por el TSE, incluyendo la confirmación de reelección del actual alcalde.
NO SE VALE tanta confusión, que no haya claridad con lo que se pretende, porque reitero, no buscan cancelar a Semilla, hay otras pretensiones: 1) evitar que el presidente electo, Bernardo Arévalo, tome posesión y 2) anular las elecciones algo que está contemplado en la ley, pero que debe cumplir con extremos que no se dan en el presente proceso electoral.
YA ES HORA que la población sepa la verdad, que sepa qué se busca, qué se pretende y se evite más confusión entre el colectivo social. YA ES HORA de dejar de interpretar la ley a conveniencia y antojo de unos pocos, y de seguir rebuscando pretextos para saciar la sed de poder de algunos interesados en continuar manejando la cosa pública. ¿O los mueve el miedo?