José Roberto Alejos Cámbara

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Analizando las estadísticas electorales, se puede afirmar que el voto de Zury, Sandra y Edmond, dada la forma -confrontativa- en que hicieron campaña, se convirtió en voto nulo. Los análisis explican de dónde salieron los votos para Manuel Conde (VAMOS). Fue fácil verlo en las encuestas, ya que cuando la gente “no sabía o no estaba decidida” era de entender que ese voto sería a favor del partido de gobierno. Voto clientelar.

El caso de Armando Castillo (VIVA) tiene otra explicación, ya que muchos ciudadanos mantienen incólume su admiración por Alfonso Portillo, y de ahí su inclinación por el presidenciable que mostró una postura de renovación, tanto del discurso como de sus candidaturas e incluso el retiro de algunas figuras del viejo esquema. Demuestra que una renovación impacta.

Quienes hemos caminado en la política sabemos que lo que desgasta a un partido y a sus líderes son los líos internos y que en este proceso los hubo en casi todas las agrupaciones que no pudieron impedir que salieran a luz. Este fue el caso de CREO, PAN y Prosperidad Ciudadana, ya que sus pugnas evitaron contar con una figura presidencial, lo que afectó candidaturas de diputaciones y alcaldías.

Las alianzas fueron otro factor que debilitó a los partidos. Por experiencia puedo decir que las “uniones” no son una buena idea y nunca han dado resultado. El caso de WINAQ-URNG significó una pérdida para ambos. WINAQ afirma tener un enfoque indígena y que haber tenido, hace cuatro años, un experimento ladino mermó su credibilidad. Por su parte, la gente de URNG admite ya no representar, lastimosamente, a los revolucionarios de antaño.

El MLP reconoce que la gente esperaba verlos protestar por no haber inscrito a su presidenciable y que la ausencia de esta figura desmotivó impulsar a otros líderes y no entiendo porque llamaron a votar nulo ellos también. Sin embargo, la coalición que mucha gente -incluyéndome- nunca comprendió fue la acordada entre Valor y Unionistas. Los unionistas comprobaron que el voto no se endosa, pero los problemas y el desgaste sí.

En el partido VOS, no sólo hubo errores de campaña y erráticas decisiones, sino también estuvieron inmersos en problemas, al grado de no alcanzar –ni siquiera– consenso para tener un jefe de campaña. Además, haberse querido apropiar del partido UNE les pasó factura generándoles un desgaste innecesario; además contribuyó la ausencia de figuras como Mario Taracena.

Lo sucedido a lo interno de estos partidos no generaría votos nulos, pues esos votos siempre han sido contra lo conservador, y encontraron a última hora a Semilla, convirtiéndose así en la manifestación antisistema. A viva voz puede decirse que murieron los liderazgos en esos grupos que tendrán que empezar a perfilar nuevos dirigentes, aprovechando haber colocado algunos diputados y que su sobrevivencia dependerá de ellos.

NO SE VALE no estar enterados de lo que sucedió y lo que está sucediendo. La Corte de Constitucionalidad (CC) otorgó un amparo provisional que detuvo el proceso de declarar a ganadores y frenó el proceso de dar los resultados finales permitiendo volver a revisar las actas y compararlas con los datos del sistema y si en esta revisión se detecta que hay anomalías, podría irse al conteo físico. Lo que los constituyentes ya aclaramos que la CC no tiene competencia para hacerlo y menos para ordenar acciones que no están contempladas en la ley. Para mí no se había agotado aún lo existe en la ley.

YA ES HORA de que en este país se deje de jugar con las leyes y con el sistema y que los partidos políticos sean partidos políticos serios, que 23 mil afiliados se conviertan en 23 mil fiscales y tener presencia en cada mesa receptora. Cada partido tuvo oportunidad de contar con un fiscal en informática para verificar que el dato de las actas ingresara correctamente al sistema. La faena ahora será comprobar si el sistema cambió los votos, lo cual sería muy grave.

El problema no se generó en las mesas o en las juntas. Hay algo más allá de eso, falló el sistema o lo manipularon ¿Quieren saberlo? CONTINUARÁ.

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