Han sido varias las oportunidades en las que he compartido que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) tuvo tres presidentes de igual número de ideologías y partidos, inclusive compitieron en las elecciones. La presidencia era alterna y se ejercía por un mes, pero siempre hubo continuidad en lo planificado ya que había convicción en defender la institucionalidad.
La misma convicción tuve cuando fui Presidente del Congreso, de otra manera no se hubieran aprobado las leyes propuestas por la CICIG relacionadas con la seguridad y la justicia. Muchos sabían que, a futuro, esas leyes los perjudicaría; sin embargo, entendieron que oponerse significaría un desgaste para la institución. Lo mismo ocurrió con las leyes sobre transparencia, como la Ley de Acceso a la Información Pública, la implementación del tablero electrónico o bien la rendición de cuentas a través del informe financiero trimestral. Y aunque no todos estaban de acuerdo, finalmente quedaron establecidos y han implicado cambios significativos.
Como sociedad, estamos confrontados. Una confrontación a la que llamo “confrontación inducida” en la que indiscutiblemente los conservadores son cada vez más conservadores, los revolucionarios aún más revolucionarios y los extremos prefieren ir corriéndose, pero como el fenómeno es mundial nada hacemos. Yo les contaré porqué.
Es evidente que existe una estrategia para acallar a los periodistas y medios de comunicación independientes. Cuando el Presidente de la República “mandó” a callar al primer medio, no lo defendimos. Nada hicimos. ¿Por qué? Quizá porque era un medio diferente, porque probablemente significaba una competencia o simplemente caía mal quien lo dirigía. Hoy vemos que la justicia está enfocada en la Prensa y mientras nosotros seguimos confrontados, un sector con supuestos periodistas, se posesiona del ejercicio periodístico para evitar que los verdaderos comunicadores ejerzan.
En el pasado, las organizaciones de la sociedad civil se opusieron a una ley de Organizaciones no Gubernamentales (ONGs) ¿Qué pasó? Ahora existe una para callarlas. Guardamos silencio frente a los ataques hacia sus dirigencias y tratan de ocupar ese espacio y agenciarse de los fondos que se les destinaban… y nosotros seguimos desunidos.
“Una nueva forma de hacer política” fue cómo identificamos el documento que varias organizaciones levantamos. Lo empezamos a hacer público en los medios de comunicación; fue un proyecto realmente hecho con esmero y que teníamos la certeza era necesario. Ese documento actualmente estaría siendo útil si lo hubiésemos respetado.
Lamentablemente muchas organizaciones que participaron en la redacción optaron por una ruta diferente tomando distancia de quienes empezamos a aplicarlo. Hoy, muchos de ellos son perseguidos y callados, les están recortando los fondos y cerrándoles los espacios. Simplemente están pagando las consecuencias de la desunión que persiste.
Reiteradamente he dicho que se habla constantemente de un fraude electoral, que se habla de que quieren entorpecer las elecciones, de que quieren evitar la participación de algunos candidatos, se habla, se habla y se habla de lo que puede pasar en el país y nada hacemos. ¿Qué hicimos ante el fraude de la Universidad de San Carlos? ¿Qué hacemos para evitar las candidaturas de quienes no merecen ser inscritos? ¿Por qué no se ha tenido éxito en la campaña de empadronamiento? ¿Por qué la gente no quiere votar? ¿Por qué los partidos están siendo tan odiados? Yo les voy a contar porqué y debo hacerlo porque NO SE VALE que todo esto quede en secreto. (continuará)
NO SEAS PASMADO es la frase de hoy. En muchos lugares del Caribe, cuando un fruto de árbol no se desarrolla, no se da como se esperaba, dicen que “se pasmó”. De ahí viene que nosotros lo usemos para aquellas personas que no desarrollan, que no dan la altura, que son medio lentos, que no son vivarachos. “No seas pasmado” solemos decirles.