Tomo la palabra, en mi condición de universitario sancarlista -docente y Decano de la Facultad de Ingeniería, rector en funciones, coordinador de la Comisión de la Verdad de la USAC y precandidato a la rectoría en 2022- para instar a la comunidad universitaria a recuperar, con dignidad, la condición de la USAC de ser universidad nacional, autónoma y democrática, con el apoyo del Pueblo al que se debe.
El Primero de Mayo se celebró, mundialmente, con manifestaciones de las y los trabajadores por sus derechos y aspiraciones y sus planteamientos humanistas. Fueron acompañadas de universitarios, docentes y estudiantes, que expresaron su condena a la invasión israelí en Gaza, con su cauda de genocidio y otros crímenes de lesa humanidad contra el Pueblo palestino. Igualmente, expresaron su solidaridad con las y los estudiantes de más de setenta universidades en EE. UU. y de otras en el resto del mundo, que realizan protestas contra Israel y hacen acciones de apoyo a Palestina, bajo represión intensa de las autoridades políticas y de sus universidades. Esas universidades, regidas por la iniciativa privada, han pedido la represión policial y proceden a expulsar a estudiantes en rebeldía, pese a las protestas de sus cuerpos docentes. Las luchas universitarias se encienden por todas partes, desde la Sorbona en Francia hasta muchos estallidos más en diversos países.
En Guatemala, no solamente debemos expresar nuestro total apoyo al Pueblo palestino -no es antisemitismo, como absurdamente plantean los proisraelíes, es una condena total al régimen israelí que los mismos judíos humanistas rechazansino que dar paso a la intensificación de la lucha contra las espurias autoridades de la USAC, con un CSU ilegal y un falso rector. No podemos tolerar la continuidad de su usurpación, con evidencias del accionar corrupto y contrario a la autonomía universitaria del grupúsculo que ha secuestrado a la USAC, y menos bajo un gobierno nacional honesto, que se enfrenta a la corrupción y la impunidad. Sabemos que las y los sancarlistas honestos estuvieron en el desfile del Primero de Mayo y en las actividades vinculadas, para dar inicio a su “Marcha de la Dignidad” dentro de la universidad nacional. El movimiento ha comenzado, legal y políticamente, y nada lo detendrá- la represión de las mafias nacionales y corruptas no ha podido detener la Resistencia Universitaria- y aparecen claras las metas a corto y mediano plazo.
El falso rector no debe llegar al segundo aniversario de su asalto a la USAC, ocurrido el 1 de julio de 2022, lo que deja apretado tiempo para removerlo. Pero, igualmente, su base de apoyo, el cooptado CSU, se encuentra en ilegalidad, porque treintaisiete de sus miembros deberían haber sido sustituidos ya. Eso obliga a reemplazarlos en mayo y junio. El 25 junio, Día de la Maestra y el Maestro, coinciden dos aniversarios: ochenta años del asesinato de María Chinchilla, en cuyo honor se estableció el Día; y primer aniversario del triunfo electoral de Semilla que llevó a la victoria de Arévalo y Herrera. Debemos conmemorarlo con victorias contundentes contra la corrupción y la impunidad, en el país y en la USAC.
