Raul Molina Mejía

rmolina20@hotmail.com

Nació el 20/02/43. Decano de Ingeniería y Rector en funciones de USAC. Cofundador de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca (RUOG) en 1982. Candidato a alcalde de la capital en 1999. Profesor universitario en Nueva York y la Universidad Alberto Hurtado (Chile). Directivo de la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG).

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Raúl Molina

Escribo hoy, 14 de julio, 42 años después de haber iniciado como rector en funciones la conducción de la defensa de la Usac frente a la dictadura militar de Lucas García. Ese día, mientras asumía el digno cargo, fuerzas de seguridad irrumpieron en la ciudad universitaria y dispararon a mansalva, con el altísimo costo de ocho estudiantes de ingeniería muertos. Terrible masacre que, al igual que cientos más, ha quedado en la total impunidad. Con decisión, el Consejo Superior Universitario (CSU) y yo exigimos del gobernante y las fuerzas armadas el respeto de las vidas de las y los integrantes de la comunidad universitaria y el respeto total de la autonomía universitaria. Con igual determinación, pedimos el cumplimiento de sus deberes a las instituciones del Estado y solicitamos la solidaridad más amplia de la sociedad guatemalteca y la comunidad internacional. La respuesta nacional fue firme y otros países y pueblos nos hicieron sentir su apoyo. El dictador nos había declarado la guerra, unilateralmente, desde 1978, considerando que, para él, la Usac era el “centro de la subversión”; pero sus acciones se hicieron más violentas y sin freno después de la quema de la Embajada de España. Tuve, como autoridad, la responsabilidad de defender a la Usac de las fuerzas militares y paramilitares y de volver a las actividades académicas. Diecisiete días después terminó mi período de Decano de la Facultad de Ingeniería y trasladé la rectoría a la persona designada por el CSU. Pronto me vi forzado a salir del país y pasar al exilio. El compromiso de defender a la Usac lo trasladé a la formación, junto a otros profesionales, de la “Universidad de Guatemala en el Exilio”, que funcionó por algún tiempo en Costa Rica, Honduras, Nicaragua, México y Panamá, con el apoyo de centenas de docentes y estudiantes. Posteriormente, la defensa de la Usac se amplió a la defensa de toda la población, sometida por el Estado a violenta represión. Serví durante dieciséis años en el trabajo internacional por los derechos humanos.

He retornado ahora a la lucha en defensa de la Usac. Primero como precandidato a Rector de SOS Usac, convencido de la pertinencia del proyecto de elegir como tal a una personalidad honesta, para detener el proyecto de Walter Mazariegos de hacerse elegir de manera populista, el cual fue derrotado por la comunidad universitaria. En segundo lugar, pasé a sumarme a la resistencia universitaria, para denunciar el fraude perpetrado por el CSU y exigir la cancelación del proceso y la convocatoria a uno nuevo. La oposición al fraude ha sido enorme y firme, pese a que, con el apoyo del sistema de justicia del Estado, se han violentado las normas éticas y la legislación universitaria y nacional. Luego de que Mazariegos se declarara rector el 1 de julio, ofrecí mi sostenido apoyo a los esfuerzos de Rescate de la Usac y sumaré mi participación en iniciativas que conduzcan a la separación de Mazariegos como indigno rector. Creo que la lucha por la defensa de la Usac desembocará, ineludiblemente, en la lucha por el Rescate del Estado de su condición de fallido y capturado. Manifiesto mi compromiso con ambas luchas.

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