Raul Molina Mejía

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Nació el 20/02/43. Decano de Ingeniería y Rector en funciones de USAC. Cofundador de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca (RUOG) en 1982. Candidato a alcalde de la capital en 1999. Profesor universitario en Nueva York y la Universidad Alberto Hurtado (Chile). Directivo de la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG).

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Raúl Molina

Acá se expresa lo que significó el Acuerdo de Paz Firme y Duradera y las expectativas con relación al mismo. Su propósito nunca fue sólo el cese al fuego entre URNG y ejército, sino que, orientado por la Comisión de Reconciliación Nacional y con la mediación de la ONU, debía abordar y eliminar las causas que habían motivado el Conflicto Armado Interno. Al centro del Acuerdo se situó la defensa y promoción de los derechos humanos, porque el Estado los había violado permanentemente. Igualmente importante era el desarrollo democrático, para recuperar la democracia que el país había gozado antes del derrocamiento de Jacobo Árbenz. Como había indicado la URNG en su proclama unitaria de 1982, había que generar nuevas condiciones sociales, económicas, políticas y culturales que rompieran con el racismo y reconocieran y respetaran la identidad y derechos de los pueblos indígenas.

 

Así, se firmaron varios acuerdos específicos, sustanciales y operativos, que fueron finalmente validados por el documento del 29 de diciembre de 1996. En orden cronológico: Acuerdo Global sobre Derechos Humanos (México, 1994) –entró en vigor de inmediato; pero continuó la política de violación de derechos humanos del gobierno; Acuerdo para el Reasentamiento de las Poblaciones Desarraigadas por el Enfrentamiento Armado (Oslo, 1994) –promovió la atención de refugiados y desplazados internos; Acuerdo sobre el Establecimiento de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de las Violaciones a los Derechos Humanos y los Hechos de Violencia que han Causado Sufrimientos a la Población Guatemalteca (Oslo, 1994) –concibió la CEH, que pudo trabajar solamente a partir de 1997; Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas (México, 1995) –para el empoderamiento de los pueblos indígenas y la defensa de sus derechos; Acuerdo sobre Aspectos Socioeconómicos y Situación Agraria (México, 1996) –planteó reformas sociales y económicas que el Estado no llegó a implementar; Acuerdo sobre Fortalecimiento del Poder civil y Función del Ejército en una Sociedad Democrática (México, 1996) –al no respetarse, el país retrocedió hacia la militarización y la corrupción. Y acuerdos operativos, bajo supervisión de MINUGUA: Acuerdo sobre el Definitivo Cese al Fuego (Oslo, 1996);  Acuerdo sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral (Estocolmo, 1996); Acuerdo sobre Bases para la Incorporación de URNG a la Legalidad (Madrid, 1996); Acuerdo sobre Cronograma para la Implementación, Cumplimiento y Verificación de los Acuerdos de Paz (Guatemala, 1996).

Se generaron expectativas a plazo corto: cese de las violaciones de derechos humanos; funcionamiento de un sistema político que llevara al desarrollo democrático; generación de condiciones sociales y económicas que permitieran lograr un país más justo; pleno avance de la verdad, la justicia, la memoria histórica y el resarcimiento de las víctimas; eliminación de toda forma de discriminación; desmilitarización y cambios en el ejército para que su función sea sólo la defensa ante enemigos externos; y cambios constitucionales para hacer efectivo el Acuerdo. (continuará)

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