Osmar Gamboa
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En vísperas de la época electoral, los partidos políticos comienzan una competencia por asentar su perfil político. Para llegar a su objetivo, cada partido dispone de distintas metodologías, aunque todas recaen en hacer mítines y asambleas disfrazadas como “reuniones privadas”, en las que buscan forjar las alianzas necesarias de cara a la contienda electoral.
Cada partido se da a la tarea de diseñar las consignas que formarán parte de su campaña política: algunos se enfocarán en ofrecer mejores salarios, otros en mejorar la red de salud pública o las condiciones de seguridad ciudadana; y no hará falta el partido que prometerá solucionar los problemas del país a través de cinco reformas.
Los partidos escogen la vertiente en la cual trabajar y se dedican a elaborar propuestas con base en eso. Sin embargo, los partidos no mencionan cómo ayudar a una población juvenil cada vez más creciente y dominante en el país. Es muy obsoleto decir que los jóvenes son el futuro si no crean condiciones para su desarrollo.
En 2021, un informe lanzado por el Consejo Nacional de la Juventud (CONJUVE), junto con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, demostró que la población concentrada entre los 13 y 30 años representa el 35% de la población del país, mientras que el 50% de ese porcentaje pertenece a la población guatemalteca económicamente activa; porcentaje que se reduce año a año debido a que cada vez menos jóvenes se encuentran trabajando.
¿Por qué cada vez menos jóvenes se encuentran trabajando?
La repuesta se encuentra en los altos requisitos de las ofertas laborales en el mercado laboral guatemalteco. La mayoría de corporaciones prefiere brindarles oportunidades a personas con experiencia previa y algunos años de formación académica universitaria. En Guatemala, la población universitaria activa asciende aproximadamente a los 215 mil estudiantes, personas que se encuentran inscritas en distintas universidades y sus sedes en el interior.
A pesar de que el padrón electoral de cara a las elecciones de 2023 se encuentra conformado mayoritariamente por población joven, las consignas de los partidos políticos siguen sin actualizarse desde el “boom” de la lucha anticorrupción del 2015.
Aún queda tiempo para que alguno de los 23 partidos que se encuentran activos dentro del Tribunal Supremo Electoral se atreva a enfocar sus propuestas a la población joven. Propuestas creíbles sobre el desarrollo para jóvenes que todavía sueñan en grande, en una patria que cada vez le ofrece menos por culpa de la incompetencia y la falta de voluntad de aquellos que tienen cooptado el poder y los espacios de representación.