Pablo Velásquez
Estudiante de Derecho en la Universidad de Tübingen, Alemania. Aficionado de la historia, política y filosofía. Partidario por la democracia y la unión latinoamericana.
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La situación al momento de escribir este artículo me preocupa. Mientras escribo, Guatemala se encuentra en una situación caótica, con ciertos paralelismos con la historia de un país bastante famoso, Alemania, en los tiempos del tercer Reich.
Mientras escribo este artículo, el conflicto en Huehuetenango se mantiene al rojo vivo. Mientras escribo este artículo, estudiantes de la universidad San Carlos de Guatemala luchan contra fuerzas del orden debido a la aparente ilegitima toma de poder por parte de Walter Mazariegos. Mientras escribo este artículo, la iniciativa 6076 parece avanzar sin mucha oposición, abriendo la oportunidad para el fortalecimiento de las fuerzas del orden. Mientras escribo este artículo, gran revuelo ha causado el arresto de José Rubén Zamora Marroquín, supuestamente por lavado de dinero.
¿Y qué fue lo que sucedió en Alemania en ese tiempo que se refleja hoy en día? Tras la salida de una derrota humillante, un líder carismático fue progresivamente tomando más y más poder. Primero, gracias a la ayuda dentro del gobierno (con o sin voluntad) del entonces presidente Paul von Hindenburg, y el político Franz von Pappen y, luego, a través de aprovechar (o planear) eventos históricos, dentro de los cuales se encuentran el Reichtagsbradverordnung y el Ermächtigungsgesetz (Decreto del Incendio del Reichstag y Ley Habilitante); legislaciones que fueron fundamentales para la Machtergreifung: la toma del poder.
El Reichtagsbrandverordnung fue un decreto reaccionando a la quema del Parlamento Alemán. Se acusó a los comunistas del hecho y de intentar llamar a la revolución, por lo que se le dio poder al ejecutivo de restringir ciertos derechos como la libertad de expresión, la libertad de prensa y el derecho de asociación. Así mismo, se ampliaron los delitos con pena de muerte y se dictaron sentencias, incluso de forma retroactiva, atacando directamente los principios del Estado de derecho. Por su parte, el Ermächtigungsgesetzt fue una ley que rompía la separación de poderes y concentraba gran parte del poder en la figura del canciller. Fue posible luego de arrestar o ahuyentar a la oposición y cooptar al parlamento.
Con todo esto no quiero decir que Giammattei sea como Hitler, ni siquiera estoy afirmando que lo explicado esté ocurriendo, más bien, quiero recomendar que veamos el desarrollo de estos hechos con ojo crítico y que recordemos cuáles son las estrategias de toma del poder, la defensa de la constitución, los derechos ciudadanos y la independencia de los poderes son importantes. La corrupción es también una herramienta que se puede utilizar para cooptar el Estado. Sin la diferenciación clara que otorga una ideología, el dinero puede mover a cualquiera y al final causar que una persona o grupo de personas se propulsen a la cúspide del poder. Solo una sociedad con separación de poderes y balances puede prosperar pacíficamente.
