Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

post author

Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“No crea una Constitución los derechos y deberes sociales: no hace más que formularlos.”
Antonio Aparisi y Guijarro

Lo sucedido en Chile, debe llevarnos a reflexionar sobre tres escenarios de una misma situación: a) La percepción de lo que sucede, b) Lo que realmente sucede y, c) Lo que quisiéramos que sucediera; en momentos en los que pareciera que Latinoamérica está girando a la izquierda, el mensaje que se recibe, sumado a lo que sucede en la vecindad del país sudamericana, más la información recibida, cambia el panorama en general, por lo que el fenómeno debe ser estudiado desde el punto de vista social más allá de la ideología, de la clase y de la economía.

Veamos, el pueblo chileno está convencido que necesita modificar su constitución, eso está claro, derivado de que su actual Carta Magna proviene de un gobierno cuestionado en el tiempo, y de la necesidad de modernizar las instituciones, sin embargo la propuesta presentada no logró el objetivo por varias razones reales como la desinformación no solamente de la prensa formal, las redes sociales tuvieron un gran impacto, no porque abriera los ojos a la sociedad, fue porque los cerró a una constitución más garantista, en el mismo contexto nos encontramos ante el temor a un cambio tan drástico como el que se experimenta al salir de un neoliberalismo conservador, en el que se enmarca el texto vigente en contraposición al que se asume la ciudadanía demandaba, pero que sin embargo, no logró cuajar dentro del sentir popular.

La sociedad chilena, no dio el acepto al reconocimiento expreso a los pueblos originarios, que históricamente han estado ahí, aunque no sean reconocidos taxativamente en un texto, existen dentro de sus singularidades, sus cosmovisiones y su propia cultura invadida por la aculturación de la que han sido víctima otras sociedades, este es un tema sensible que no se puede obviar, en ese contexto la propuesta ordenaba constituir Autonomías Regionales Indígenas con autonomía política, a las que sin dejar de ser parte del país se les reconocía identidad propia, otorgándole además el derecho de intervenir en aspectos que les pudieran afectar, se les iba a garantizar el derecho a ser consultados, para que ellos mismos, dieran consentimiento en aspectos que atañeran a sus derechos, sin dejar opción a la disgregación de unos dentro de los otros.

Dentro de las propuestas presentadas a la población se encuentran temas relevantes como el derecho humano al agua, a un embarazo y maternidad voluntarios, y a lo que ellos llaman una democracia paritaria, sin embargo, la propuesta no ilusionó lo suficiente a la sociedad, probablemente, y es una opinión muy personal, porque dentro de la ambigüedad de la propuesta pudo más el temor al populismo que podía crear la misma, derivado de esta situación, la población se decantó por el rechazo la reforma constitucional.

A mi criterio, en el caso de Chile no es que haya ganado la derecha, fue que perdió la izquierda, ¿En qué me baso para semejante aseveración? En que habiendo ganado la izquierda las elecciones presidenciales, en las que en segunda vuelta se disputaron la presidencia candidatos identificados plenamente uno con la derecha y otro con la izquierda, ganando la izquierda, si analizamos, el tiempo que transcurrió desde la toma de posesión de Boric al referéndum del domingo no ha pasado aun ni un año, por lo que el mensaje es de analizarse, desde un viejo adagio, lo importante no es solamente llegar, hay que mantenerse, el mensaje que nos envía la población chilena es que la izquierda en ese país no ha logrado asentarse, la propuesta constitucional, tratando de ser de vanguardia, se viró tanto a la izquierda que obtuvo el rechazo popular.

Además de la propuesta de modificación a la Constitución que no cuajó, es necesario analizar la percepción que se tiene de los gobiernos de izquierda en Latinoamérica, porque existen claros señalamientos de violaciones a los derechos fundamentales de los ciudadanos, tanto en Nicaragua como en Venezuela acaparan las noticias un día sí y otro también, si a ello sumamos las severas violaciones a la democracia en los dos países, encontrándonos a la espera de lo que sucede en Colombia, país en el que también ganó la izquierda, desde un punto de vista sociológico, probablemente se pueda entender que no estamos preparados para entrar de lleno a la izquierda, y que deberían fomentarse las ideologías del centro.

Cuando las ideologías dejan de serlo y se convierten en tiranías se pierde el sentido de lo que el hombre necesita, si adicionamos a lo anterior que el ser humano se ha decantado por los extremos es necesario ser eclécticos para virar posteriormente a un lado o el otro sin extralimitarnos por temor a los excesos de un populismo que no distingue derecha de izquierda.

Las constituciones son pactos sociales que necesitan actualizarse, siempre que no se llegue al extremismo populista.

Artículo anteriorSÍ, SE PUEDE
Artículo siguienteMachtergreifung y la corrupción