Jóvenes por la Transparencia

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Voz sin límites

Todos tenemos la capacidad de transformarnos y transformar nuestro entorno, muchos soñamos con una nación mejor, pero muy pocos somos los que decidimos actuar. De pequeños jugábamos en convertirnos en lo que más queríamos, niños y niñas nos transformáramos en súper héroes, abogados, médicos, artistas y todo lo que podíamos imaginar, con el objetivo en común: Jugar. Y es así como podemos transformar nuestra sociedad, empleando el poder de nuestro pensamiento y voluntad teniendo como objetivo en común: el cambio.

La información del presente instrumento es de carácter e interés público. Exhorto su lectura a los diferentes actores de la sociedad.

Mucho se ha dicho sobre nuestra sociedad y poco se ha hecho para mejorarla, hoy en día estamos rodeados de problemas entre ellos: división, ira, delincuencia, violencia, pobreza, corrupción y otros aspectos a considerar. La mayor parte de las personas se sientan a esperar que alguien haga algo. Todos queremos un cambio, pero esperamos que alguien en algún lugar haga algo para hacerlo realidad. El filósofo chino, Lao Tzu, expresó: “Si no cambiamos la dirección en la que vamos, probablemente terminemos en el lugar al que nos dirigimos”.

La transformación se basa en valores, una visión sin acción es simplemente un sueño, pero una acción sin valores es una pesadilla. Nuestros problemas actuales radican en las acciones sin valores, la mayoría de nuestros líderes y gobernantes buscan su propio beneficio carecen de valores al accionar. Es de nuestro conocimiento los problemas que actualmente enfrentamos, pero, ¿hemos hecho algo para que eso cambie?

Ver y ser, son dos palabras con significados distintos y que representan acciones diferentes pero que están ligadas al cambio. Muchos han decidido ver y pocos son los que han decidido ser. Cuando vemos un problema o una injusticia lo más fácil es ignorar, lo segundo más fácil es reaccionar y lo más difícil es dar comienzo a la solución. Debemos de creer que podemos marcar una diferencia independientemente de quien seamos, donde estemos y las condiciones que tengamos. Jonathan Sacks, en su libro “la dignidad de la diferencia” escribió sobre el optimismo y la esperanza, para él, “el optimismo es una virtud pasiva y la esperanza es una virtud activa”, ya que el optimismo es la creencia de que las cosas serán mejores, mientras que la esperanza es la fe de que juntos podemos mejorar las cosas.

Si queremos ser parte del mañana no basta con solo exteriorizar nuestros pensamientos, requerimos de acciones para generar ese cambio. La sociedad es como una cadena, cada uno de nosotros representamos un eslabón, en equipo todos obtenemos mejores resultados.

¡Sí, el cambio es posible! Somos nosotros los que decidimos si queremos ser parte de él. Vincent Van Gogh, expresó: “Las grandes cosas se realizan mediante la suma de varias cosas pequeñas” la acción más pequeña es mayor que la intención más grande, creo que el progreso en posible, pero no fácil. La transformación sucede cuando me uno con otros para ayudar a otras personas a subir a su máximo potencial empleando valores. La transformación es un paso a la vez, lo primero es cambiar nuestra forma de pensar, el cambio comienza con cada uno de nosotros ¡Creo en el mañana y seré parte del cambio! Cada uno es responsable de lo que piensa, dice y hace.

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