Pablo Velásquez
(Pabloski Vlad)
Estudiante, historiador aficionado y amante de la filosofía
Todos los humanos perciben cosas de manera distinta. Experiencias pasadas y saberes aprendidos forman esta perspectiva. Esta distinta forma de ver es lo que llamamos cosmovisión (Weltanschauung). A partir de esta cosmovisión (visión sobre lo que es), creamos una ideología, la cual se podría resumir en la atribución valorativa a hechos proyectados al futuro (lo que debe de ser). Es desde este plano que la persona continúa analizando el mundo y sobre estos principios se crea la ideología.
Sin embargo, al tratar de aplicar la cosmovisión latinoamericana sobre política a esta definición de ideología, pueden aparecer dudas y contradicciones. Esto se debe principalmente al resultado histórico de un conflicto político-ideológico transnacional (también conocido como guerra fría) que tuvo como resultado la polarización de la sociedad y su política. Una polarización que muchas veces se manifiesta en una dicotomía de bien y mal, nosotros los correctos contra aquellos los equivocados.
Muchas veces, la denominación ideológica es suficiente para no querer cooperar precisamente por esta razón. Hay cierto odio existente entre los que se denominan de “derecha” y los que se denominan de “izquierda”.
Un poco de cuestionamiento, sin embargo, evidencia que el aparente simplicísimo de solo un eje (izquierda-derecha) en realidad no puede ser, pues la ideología es mucho más compleja. ¿Qué es la izquierda? ¿Igualdad? ¿Abolición de la propiedad privada? ¿Justicia social? ¿Revolución? ¿Y la derecha? ¿Libertad? ¿Propiedad privada? ¿Seguridad? ¿Dios? ¿Tradición? ¿Es acaso un anarquista cristiano, que desea la abolición del Estado y la propiedad privada para vivir en una sociedad con reglas basadas en el mensaje de dios, de derecha o de la izquierda? ¿Y que pasa con un estadista que apoya la propiedad privada y cree que la competencia es la mejor medida para el progreso, pero que también es ateo y además cree que se necesita reformar el sistema de justicia para proteger a las minorías? Y decidimos posicionarlos en el centro: ¿No es acaso el centro el encargado de preservar el status quo? Status quo que cambia dependiendo de la nación, por lo que en uno los centristas serían socialistas y en otros liberales
Si este modelo tan conocido puede tener errores, porque utilizarlo para fundamentar el con quién trabajar y con quien no. De lo que debemos preocuparnos, más bien, es de nuestras metas en común. Este concepto es conocido como “Realpolitik” o como política real y expresa básicamente que, a la hora de hacer política, no nos debemos preocupar por conceptos ideológicos sino puramente en las circunstancias del momento. A esta postura también se le conoce como pragmatismo.
Es por esta razón que postulo que no importa cómo nos identifiquemos políticamente, ni cómo se identifiquen otros conciudadanos, mientras podamos trabajar juntos para luchar contra algo, como la corrupción, Por ejemplo, no debemos de preocuparnos por como los demás se definan. Al final Guatemala necesita que organicemos un frente unificado contra la corrupción y así lograremos finalmente conseguir ese cambio que todos deseamos.