Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Una de las preguntas que le hice al presidente Bernardo Arévalo en mi entrevista previo a asumir el poder, fue cómo se iban a lograr los acuerdos si las llaves de dinero en efectivo, obras o plazas con la que se “aseguraban” los acuerdos en las últimas legislaturas no iban a existir.

La planilla que encabezaba la soberanista cuando le conviene, los pupilos de Miguel Martínez (VAMOS), Felipe Alejos y Cía buscaban sellar sus acuerdos con las mismas mañas de siempre, pero ahora que no tienen los millones del Ministerio de Comunicaciones y las plazas del Ejecutivo a su disposición, no lograron los acuerdos.

Dentro de la nueva alianza oficialista hay de todo. Hay gente que ha caminado por la sombra, hay gente a la que la legalidad no ha sido su ruta y hay de aquellos que han sabido jugar dentro del sistema para dar la apariencia que algo cambia, pero en realidad les interesa que nada cambie porque les es rentable.

Hay nuevos en política que han expresado su compromiso por hacer las cosas diferentes, pero para unos y para otros, lo que vale ahora es lo que hagan en este presente para construir un futuro distinto.

Todos tenemos un pasado y para países como Guatemala en el que tenemos tanto por hacer para recuperar la institucionalidad, la justicia, la transparencia, factores que nos deben brindar más y mejores oportunidades, necesitamos del esfuerzo real y comprometidos de todos aquellos que desean subirse al carro del cambio.

El pasado sí importa porque el “aventajado” debe dejar las mañas, pero también debe haber cabida para todo aquel que sí está dispuesto a comprometerse más allá de lo que ha sido su ruta anterior. Labor del electorado, del ciudadano responsable, es asegurar que quienes dicen haber sellado un pacto de gobernabilidad demuestren con hechos claros y transparentes tales compromisos.

La gente, por mucha ilusión que pueda tener, quiere respuestas y necesita hechos reales e inequívocos para saber que hay plena voluntad de entrarle a los temas más espinosos y si quienes han sido parte de los vicios en esa alianza querrán dormir al sueño, la gente les va a cobrar la factura.

Es vital que el nuevo Presidente del Congreso, Nery Ramos y los Jefes de Bloque, puedan liderar de una manera que no solo le dé claridad a la población de los pasos a tomar, sino que los compromisos por el “cambio” se demuestren desde ya porque eso es lo que quiere la gente.

El acuerdo sirvió para ganar una elección importante, pero ahora es necesario ganar las batallas que la gente demandó y que muchas pasan por cambiar el estado actual de aquello que no ha funcionado.

Los acuerdos políticos que no pasan por el dinero, por la obra que a dedo se garantiza, de las plazas que se entregan a cambio de los votos, son necesarios y válidos en un país como el nuestro y dado lo que hemos vivido, la transparencia en los acuerdos y la información que se traslade son fundamentales.

Uno de esos vicios que necesitan todos aquellos cuyo principal fin es sacarle raja al sistema es la justicia sin venda en los ojos para ver a quién favorece y una vez más, nos topamos con que el que soborna y el que trafica influencias logra los objetivos en sus casos, mientras que aquel que juega al tenor de las reglas tiene desventaja.

Además de los temas que se han mencionado como prioritarios, es vital que algún liderazgo del Congreso haga propio el tema de la reforma a la justicia porque eso aliviará a millones de guatemaltecos para las próximas décadas. Necesitamos Estado de Derecho y verdadera Independencia Judicial.

Es el momento de los hechos por encima de las palabras y de responder a la población que, en buena medida, mandó mensajes muy claros cuando habló en las urnas.

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