Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82
Solo un reducido número de radicales, como esa pequeñita porra de ultras de un equipo de fútbol de segunda división, ve la denuncia de Giovanni Fratti con buenos ojos pero en el mundo jurídico real bastó con saber por dónde iban las intenciones del Ministerio Público (MP) y su narrativa de fraude cuando se supo quién era el denunciante.
Y es que cuando se escucha a la fiscal expresar los argumentos de Fratti y la forma en que fundamentó su denuncia se entienden las limitaciones jurídicas. Se sabe que lo que natura no da, Salamanca no presta pero que el MP use una denuncia que se fundamenta solo en la mente de alguien, usa publicaciones de prensa al alcance de todos y eso sea suficiente para ir contra la voluntad de los electores expresada en las urnas, evidencia que estamos en una crítica situación en torno a las investigaciones que está llevando a cabo el ente investigador.
¿Cómo se sentirá la fiscal de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) a la que hicieron ir a la audiencia ahora que miles han oído los “argumentos” que le dieron para pedir poner de cabeza el proceso electoral? Sin duda alguna que a muchos fiscales los han expuesto a cosas que seguramente no les causarán orgullo futuro.
El juez Fredy Orellana, elegido para las causas en las que el MP quiera cobrar venganzas, no cuestionó, no pidió más pruebas y no chistó en darles luz verde para hacer destrozos electorales. Sus acciones pasadas y presentes lo ponen en una complicada situación y sabe que él también se está jugando el todo por el todo si el Estado de Derecho se endereza porque han cruzado líneas indebidas. Por eso no cuestiona. Una sociedad que aspire a más debe poder elevar la calidad de sus jueces.
Rafael Curruchiche ha quedado como aquel fiscal que quiere verle la cara a los guatemaltecos. Miente una y otra vez diciendo que todo lo que hacían para poner de cabeza las elecciones no era dentro del caso Semilla y el audio lo deja todo tan claro. Al Fiscal también lo pusieron a hacer cosas que nunca pensó y ahora ya se sabe que se ha desviado de los caminos de la legalidad.
Con el audio quedan claras las intenciones de aquellos que desean desobedecer lo que la gente expresó en las urnas. Fraude no hubo y a la gente puede no gustarle los resultados, pero fue lo que decidió la mayoría en unas elecciones que contaron con la custodia de miles de ciudadanos que protegieron los votos.
El tema de fraude, con las evidencias de cómo lo están manejando, creo que llegó a su fin porque la gente puede oír de manera directa que no tienen pruebas y que lo que desean es generar una narrativa a ver quién se las cree.
Pero el tema es que el MP tiene a su cargo investigaciones importantes como el caso de las firmas de Semilla, la compra del TREP y las que vienen por la corrupción del gobierno de Alejandro Giammattei, pero el punto es que si esas investigaciones las están llevando como están operando con el tema del fraude y los aportes “jurídicos” del señor Fratti, poca objetividad y profesionalismo se puede esperar.
La ley orgánica del MP establece la facultad de nombrar fiscales especiales y creo que es vital que los actores de más peso de la sociedad demanden que se nombre fiscales que puedan investigar de manera independiente porque ya vimos que la FECI tiene ideas preconcebidas en la cabeza y eso hace que las acciones pierdan objetividad.
Además, creo que llegó el momento que como sociedad discutamos si ya llegó el tiempo de terminar legalmente con la FECI y empezar a centrar las acciones en el fortalecimiento de otras fiscalías en las que debemos trabajar para que tengan cabida los mejores fiscales (que los hay) y en las que se respete la carrera fiscal.
El guatemalteco que demanda oportunidades lo necesita, el inversionista lo demanda, el que hace bien las cosas lo requiere y ese fortalecimiento del MP debería ser un punto central de los acuerdos ciudadanos que son tan necesarios para encarar los próximos meses en esta ruta por limitar los caminos de la corrupción para abrir los caminos de la transparencia.
