Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
Siempre se dijo que la puerta estaba abierta para un escenario inesperado, pero nadie, nadie creyó que lo que hoy vivimos en Guatemala como una posibilidad podía ser el camino.
En la era democrática hemos sido gobernados por gente que ha sido parte del sistema y jugado dentro de él. Cada quien hace sus negocios y juega “sucio” a su forma pero siempre dentro de ese “estándar” que el guatemalteco ha aceptado de sus políticos y aliados y que se ha convertido como parte del día a día.
Y esta elección del 2023 parecía más de lo mismo. Zury Ríos pactó con Alejandro Giammattei desde el inicio del Gobierno para asegurar tener los votos en la Corte de Constitucionalidad (CC) y luego se alió con Álvaro Arzú y si esta tendencia se mantiene, será el gran fracaso de las elecciones porque aceptar las condiciones de Alejandro Giammattei y Miguel Martínez de poco le habría servido en ese deseo de alcanzar el poder.
Sandra Torres es Sandra Torres y de ella se espera que pacte con quien se necesite (como siempre lo ha hecho) para lograr su objetivo de ser la Presidenta formal del país, pues ya ostentó el cargo en el 2008 como ahora Giammattei relegó el poder. Ella también pactó con el Gobierno y es famoso aquel, “díganle a Sandra que yo la saqué de la cárcel”.
Mucha gente esperaba que entre ellas dos estuviera la gran disputa y siempre dije que si llegaban a la segunda vuelta, esta vez Sandra iba a ser Presidenta porque ella había perdido contra dos hombres pero nunca había competido con otra mujer, pero tras ver las encuestas y que Zury perdió el norte y da unas desbandadas increíbles, pareciera que ese no será el escenario.
Y entonces ahora, la gran mayoría se pregunta quién es ese señor que va liderando en las encuestas. Ese empresario que habla de forma campechana y se apoya en Mechito y el jefe de éste como los grandes estrategas y que han sabido explotar las redes sociales como ningún político.
¿Qué negocios tiene? ¿Cómo surgieron? ¿Desde cuándo los opera? ¿En qué áreas de país trabaja? Carlos Pineda ha hablado en algunos de sus videos de lo que tiene, pero poco de por qué lo tiene, cómo lo obtuvo, lo hizo crecer y creo que el electorado debería interesarse un poco más de saber quién es aquel que tiene posibilidad de ser Presidente.
Según Prensa Libre, en el 2019 se le vinculó con Mario Estrada como su posible candidato a vicepresidente pero nunca ha habido nada concreto de esto. Hay algunos ex UCN que están en Prosperidad Ciudadana (PC) y creo que es importante que Pineda aborde esos asuntos para entender más sus relaciones y los efectos que ello tendría desde la primera magistratura del país.
Nadie se olvida que Pineda hizo como de “mentor” de los hijos de Baldizón y hasta hizo un video cuando uno de ellos apareció bajo efectos de licor en una entrevista y luego, como arte de magia, se desvinculó de estos cuando Manuel, el padre de los jóvenes, logró los acuerdos para salir de la cárcel y tratar de competir para aspirar al poder.
Y el tema de Estados Unidos, como bien lo dijo Pineda en una entrevista en la UNIS, tener una visa es un derecho y no una obligación o requisito para ser Presidente, pero es bueno saber por qué no tiene visa.
Estados Unidos quita las visas por varias razones, las más comunes porque a alguien se le acusó en un proceso penal (no es el caso del presidenciable) y la otra porque los norteamericanos dudan de sus relaciones con algunos grupos o giros en negocios prohibidos y por eso es que resulta fundamental que Pineda le cuente a la población al respecto para salir de dudas.
Es necesario que en esta recta final hablemos de lo que importa, más allá que ahora los punteros quieran entrar en la arena para competir con Mechito y eso es lo que el electorado debería forzar, sabiendo que nos jugamos mucho en esta elección pues no solo es que el sistema se consolide, sino que dé un giro en el que se pierdan hasta los agarradores de los típicos operadores del sistema para caer en manos que harán que todo tenga un giro más profundo y peligroso que el mismo sistema.
