Adrian Zapata

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Profesor Titular de la USAC, retirado, Abogado y Notario, Maestro en Polìticas Pùblicas y Doctor en Ciencias Sociales. Consultor internacional en temas de tierras y desarrollo rural. Ha publicado libros y artículos relacionados con el desarrollo rural y con el proceso de paz. Fue militante revolucionario y miembro de organizaciones de sociedad civil que promueven la concertación nacional. Es actualmente columnista de el diario La Hora.

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Por: Adrián Zapata

Sorprende el resultado de la encuesta electoral publicada por el diario Prensa Libre, en relación con las preferencias electorales de los guatemaltecos ahora.

A mi juicio, son cinco los resultados relevantes. El primero y más impactante es la posición del candidato del Partido Prosperidad Ciudadana, el señor Carlos Pineda, quien encabeza las preferencias con el 23.1%. El segundo es la ubicación de Zury Ríos, favorita hasta hace poco en diferentes encuestas, quien se ubica en el cuarto lugar, con un 9.2%. El tercer hecho relevante es la confirmación de que Sandra Torres de la UNE está en una posición aventajada, en un segundo lugar, con el 19.5% de la intención de votos. El cuarto resultado importante es la constatación de que Edmond Mulet se mantiene en el pelotón de vanguardia, en el tercer lugar, con un 10.1%. Por último, no deja de ser significativo darse cuenta que Manuel Conde, el delfín de Giammattei, contando con todo el apoyo del oficialismo, se queda apenas con el 5%.

Hay quienes podrían calificar a Pineda como un “outsider”, calificación que a mi juicio no le es apropiada, si por ella se entiende el surgimiento de alguien ajeno al establishment. En Guatemala, el establishment actual está constituido por la “convergencia perversa”, donde confluyen los actores a los cuales nos hemos referido reiteradamente en anteriores artículos y que se manifiesta en la cooptación de la institucionalidad estatal. Es difícil considerar a este candidato en tal posición, sabiendo los vínculos que ha tenido con actores pertenecientes a ella. Me refiero a la UCN de Mario Estrada, al partido BIEN de Manuel Baldizón y ahora al partido Prosperidad Ciudadana del cual es su candidato presidencial. Al referirse a dicho partido, según nota periodística de Prensa Libre, publicada el día de ayer a las 18:05 y elaborada por Raúl Barreno Castillo, se afirma que “Candidatos vinculados con el crimen organizado y el narcotráfico integran el partido Prosperidad Ciudadana, del cual es presidenciable Carlos Pineda”. En esa nota Barreno menciona varios casos específicos que así lo constatan.

La explicación del resultado de esta encuesta también tiene relación con la superficialidad que caracteriza la política en Guatemala. El propio Pineda menciona tal condición en su práctica política, cuando refiriéndose a la estrategia que seguirá después del resultado obtenido en la encuesta afirmó, según lo publicó el diario La Hora: “Nosotros no planificamos, somos espontáneos”.

En todo caso, hay que tener presente que una encuesta, si está técnicamente bien hecha, lo que refleja es una fotografía instantánea del proceso, no necesariamente lo que podría pasar entre aproximadamente dos meses, cuando serán las elecciones. Pero, no puede dejarse de considerar con alta preocupación que un candidato que tiene los vínculos arriba referidos y expresa tal nivel de superficialidad en la definición de su estrategia, logre esa posición.

Ahora bien, más allá de esa fotografía, cuyo desarrollo veremos en las próximas semanas, el escenario electoral parece modificarse y la candidata Zury Ríos se ve ahora como la gran perdedora, pues de ganadora incuestionable de la primera vuelta, pasa al cuarto lugar en la contienda.

La firme tercera posición que ostenta Edmond Mulet, reiterada en diversas encuestas anteriores, podría ser ventajosa si la posición de Pineda se debilitara a partir del conocimiento generalizado del terrible “pedigrí” que se le atribuye, según lo referido al principio de esta columna.

Veremos qué efectos tiene esta encuesta en la campaña electoral.

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