Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Alejandro Giammattei ganó en las elecciones del 2019 de carambola porque al irse dando la eliminación de candidatas, el ahora Presidente se fue perfilando como la opción menos mala frente al millón de votos que se estimaba iba a sacar Sandra Torres. No llegó ni a 700 mil votos en la primera vuelta.

En aquel momento, como ahora, las elecciones arrancaron con sobresaltos pues Zury Ríos y Thelma Aldana se quedaban fuera de la contienda. Ahora son Thelma Cabrera y Roberto Arzú quienes están, en este momento, fuera de la papeleta presidencial y muchos estiman que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no está siendo parejo en la aplicación de criterios.

Pero luego que acabó el proceso electoral del 2019, una cosa que “legitimó” el proceso eleccionario fue que la comunidad internacional reconoció los resultados, el proceso y llamaron presidente electo a Alejandro Giammattei.

El TSE del momento invitó al G13 a una reunión y ayer pudimos documentarlo de nuevo en las páginas de La Hora.

En la Memoria de Elecciones Generales 2019 el TSE informa sobre el “respaldo” que recibieron del G13, así como de las distintas organizaciones internacionales durante el desarrollo de ese proceso electoral.

“Como en todos los procesos, hubo aspectos que deben ser mejorados, no obstante, diferentes misiones de observación nacional e internacional respaldan que nuevamente la elección fue libre, transparente y reflejó la voluntad popular”, describe el TSE en el referido documento.

Además, el pleno de magistrados de ese entonces aprobó el Acuerdo No. 216-2019 que establece la Observación Internacional, el cual indica:

“La observación internacional establece un conjunto de actividades preparatorias, de vigilancia y de información, desde un organismo o institución extranjera, conocedores de los procesos electorales, cuyo objetivo primordial es infundir en la ciudadanía una razonable seguridad de que el proceso electoral se ha efectuado con transparencia, y el resultado es reflejo de la voluntad ciudadana, con el absoluto respeto a la soberanía del Estado y de la independencia del Tribunal Supremo Electoral”.

Y quiero hacer énfasis en eso de “INFUNDIR EN LA CIUDADANÍA UNA RAZONABLE SEGURIDAD QUE EL PROCESO ELECTORAL SE HA EFECTUADO CON TRANSPARENCIA Y EL RESULTADO ES REFLEJO DE LA VOLUNTAD CIUDADANA”, porque ese es el espíritu del acompañamiento.

¿Por qué habría de molestarle a Giammattei que se infunda una razonable seguridad que el proceso electoral es transparente y el resultado es el reflejo de la voluntad ciudadana?

¿Tendrá algo en mente el oficialismo para el día de la elección? ¿Se jugarán todas sus cartas haciendo que gane el que les asegure inmunidad/impunidad por 4 años más y así evitar tener que buscar un país que no tenga acuerdo de extradición con Estados Unidos?

El Gobierno no ayuda en nada oponiéndose a que el TSE, que es autónomo, tenga acercamientos que son conocidos con miembros de la comunidad internacional.

Si lo que quieren es que estemos aislados y seamos como Nicaragua en donde las elecciones se llevan en secreto, de forma anómala y atentando contra los principios democráticos, es mejor que lo digan abiertamente porque esas son las señales que mandan.

No podemos permitir que la democracia se siga deteriorando y por eso, no podemos tolerar más irregularidades y en especial, cualquier intento de meter las manos en los resultados del 25 de junio y en los sistemas de la primera y segunda vuelta.

 

 

 

 

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