Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Con la noticia del día de ayer, relacionada a los pedidos de extradición que hizo Estados Unidos de 4 políticos guatemaltecos, se confirma que en el país hay una estrecha relación entre el narcotráfico y la política. No es una realidad solo de Guatemala, pero no por eso es menos grave.

Según denuncias de ex fiscales del Ministerio Público (MP), en octubre del 2018 Consuelo Porras no autorizó la solicitud de antejuicio en contra del diputado al Parlacén, Freddy Arnoldo Salazar Flores (UCN) y el hecho que ahora proceda en contra del jefe edil puede dar algunas luces.

Pero más allá de eso, el tema que destaca es el antejuicio de José Armando Ubico Aguilar y no cobra realce tanto por la relación que tenía con el sancionado Felipe Alejos en TODOS, sino porque Alejandro Giammattei lo consideró un “buen amigo y aliado”.

Hay quienes aseguran que la relación entre Porras y Giammattei no pasa por su mejor momento y el hecho de que ella haya accionado en contra de personas que han formado parte del círculo selecto que Giammattei llama amigos, genera la duda si la fiscal seguirá siendo su tapadera eterna y sin duda que eso les debe preocupar enormemente.

Hace unas semanas hablábamos que al Presidente se le cerraba el círculo con las sanciones que podían llegar hasta el tema de la “famosa alfombra rusa” y sin duda alguna que ahora sentirá que las cosas se tensan un poco más.

El miedo de terminar como Juan Orlando Hernández es real y ahora el mismo Giammattei tiene un dilema porque aún y cuando quiere dar la sensación de fuerza y unidad, sabe que hay factores que les han complicado la presidencia.

Tener que pasar tanto tiempo pensando y respondiendo en el tema de su salud, que no logran despejar del todo porque no han salido los médicos del Presidente ni entregan un informe médico que nieguen cualquier tema cancerígeno, les genera un desgaste al que ahora se suma la sensación de que cada vez más se le va cerrando el círculo y muchas avenidas tienen vasos comunicantes no tan buenos en Casa Presidencial.

Las antiguas alianzas y plenos controles que tuvieron de las instituciones ahora llegan a su hora cero porque a partir de enero la cooptación que hicieron estará a prueba extrema. Hay aliados del Gobierno que se están pensando su rol, porque han visto que Estados Unidos está poniendo el pie en el acelerador y eso sí preocupa a algunos.

La relación de la narcopolítica y el sistema queda en nueva evidencia a días que se convoque a elecciones y si bien es cierto que esta realidad no cambiará en meses o para este proceso electoral, los guatemaltecos más influyentes deben tomar una decisión profunda:

Sentar las bases para empezar a acordar las salidas y hacer los ajustes al sistema que necesitamos para tener un futuro mejor o acostumbrarnos a vivir con la estrecha relación de la política, la corrupción, la impunidad y el narcotráfico.

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