Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

La frase “Amiga date cuenta!!!” se repite a lo largo y lo ancho de las redes sociales cuando desean hacer referencia a esas personas que van en la vida con una venda en los ojos creyendo en cualquier persona de las diferentes esferas y facetas de la vida.

Esta semana nos dimos cuenta que la estrategia de Alejandro Sinibaldi y Manuel Baldizón rindió enormes frutos porque con la excusa de ir tras fiscales, el Ministerio Público (MP) se fue tras los acuerdos de colaboración de dos brasileños que en su momento habían declarado mencionando los roles del ex ministro y el ex candidato presidencial, respectivamente.

Hace unas semanas, publicamos que VAMOS negaba que Baldizón pudiera ser su candidato a la presidencia, pero acciones como éstas son las que elevan las suspicacias porque al ex de Lider se le va limpiando poco a poco el camino. Sinibaldi ofreció en un inicio comunicados y lealtades para algunas cosas que le interesaban a Consuelo Porras, pero Baldizón cayó tarde y deportado, pero vaya que le han sabido sacar raja.

Ayer recalcó Sinibaldi que fue él quien apeló los acuerdos de colaboración, sacando pecho por las acciones que el MP anuncia con bombos y platillos, eso el mismo día que le dieron la primera medida sustitutiva en una audiencia que convenientemente se declaró en reserva. En el MP se dieron cuenta de que fueron tan burdos que terminaron anunciando la resolución.

Y esta celeridad con la que se lanzan por estos casos contrasta con la manera en la que se niegan a cerrar el caso de Financiamiento de FCN Nación, porque ya la Corte de Constitucionalidad (CC) ha dicho que los casos de financiamiento previo a la reforma ya no se pueden juzgar.

Hace unos meses, Giammattei y la misma Porras les demandó que, para estar todos tranquilos, era necesario que ellos y otros miembros del sector privado organizado les siguieran apoyando (eventos, reconocimientos, acompañamientos, Guatemala no se detiene, etc.) pero ahora resulta que el caso sigue sin ser “cerrado”.

Lo malo es que esa alianza ha bloqueado la posibilidad de tender puentes entre diversos sectores para discutir acerca de la Guatemala que queremos, los cambios que necesitamos y los roles que cada quien puede y debe jugar en la construcción de una Guatemala en la que se puedan generar más y mejores oportunidades.

Ojalá esto les confirme que Giammattei y Porras los han usado y, peor aún, los quieren poner en el mismo barco con Baldizón y Sinibaldi. Paradójicamente, en su momento dijeron que todo lo que pasó en el 2015 fue con el afán de evitar que Baldizón, hoy condenado en Estados Unidos, llegara al poder y la democracia quedara en riesgo.

Hay una tónica muy clara de lo que será el futuro, de las cosas que nos vienen y por eso es clave que la gente se dé cuenta de la ruta en la que nos llevan. Guatemala necesita madurez para alcanzar acuerdos, viendo el presente para construir el futuro. El pasado nos debe servir de referencia y para asumir compromisos, pero no debe ser impedimento para que trabajemos a futuro.

Y si creen que esto no es posible vean el caso de Colombia en el que los acérrimos rivales, Gustavo Petro y Álvaro Uribe, han alcanzado algunos acuerdos que por ahora le han permitido a Colombia seguir caminando.

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