Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

post author

Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82

Empezó el comediante y lo terminó el eterno candidato. Un guión ejecutado con enorme precisión que les ha valido lo más preciado de un sistema: el control de las instituciones.

Mientras en Guatemala, así como en otras latitudes, nos debatimos en un inútil debate entre “izquierda y derecha” los promotores de  ese debate han ejecutado un plan maestro que radica en el control de las instituciones.

Asustar con el tema ideológico distrae a la gente que se queda en las ramas y deja de ver el árbol completo, hecho que se repite a lo largo y ancho del continente: Personas que se dicen de izquierda o de derecha llevan a cabo acciones para controlar el sistema sin que la sociedad atine a reaccionar porque la tienen ocupada en lo que los políticos quieren y necesitan.

En Guatemala empezó Jimmy Morales y ahora lo ha perfeccionado Alejandro Giammattei. Siendo candidatos con pocas probabilidades, terminaron ganando y viendo la posibilidad de tener sus loteriazos en plenas crisis.

Pero dada la reciente experiencia, sabían que necesitaban paz para poder gozar de un dinero que nunca habrían hecho trabajando honradamente en el sector privado. Ellos y sus círculos. Para lograrlo se dieron cuenta que necesitaban el control de las instituciones y para ejecutarlo, era indispensable distraer a la gente y ahí es donde la jugada maestra de la polarización ideológica les cayó como anillo al dedo.

Justificaron sus manoseos al Ministerio Público (MP), por ejemplo, como una medida necesaria para sacar a la “izquierda” del ente investigador y lo mismo dijeron para excusar el reparto del botín que se hicieron de la Corte de Constitucionalidad (CC), el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).

No eligieron cortes y se quedaron con los magistrados que decidieron Alejandro Sinibaldi y Manuel Baldizón para evitar que “magistrados de izquierda” les afectaran el plan ya trazado en la conformación de las nuevas cortes.

Ahora lo controlan todo y la prueba reina es que la ideología es la mera excusa, es el caso de financiamiento de FCN. Ya la CC amparó a varios de los empresarios “procesados por los que llaman de izquierda”  y estos a su vez apoyaron los esfuerzos de Giammattei para reelegir a Porras porque sintieron que con eso estaban “mejor”.

Se sintieron “cómodos” cuando se maniobró para sacar a la jueza de “izquierda” Erika Aifán, pero resulta que sigue con el caso activo. ¿Entonces? ¿Por qué no cerrarles un caso si ha sido desfile el de personas que han cerrado los suyos tras la salida de Aifán?

Ya se han ido dando cuenta algunos que esto no es de ideologías es de control. Al tener el caso abierto, los tienen en una posición más complicada para “zafarse” de Giammattei, de sus planes para que VAMOS siga en el poder y que Miguel Martínez sea quien Gobierne desde el Congreso.

Bukele, que es un populista “pro empresa” ha entendido que más allá del espectro ideológico necesitaba el control de las instituciones para poderse reelegir en paz.

Es momento que usted abra los ojos y se dé cuenta que nos tienen donde quieren. Que no han quitado maña – para muestra Manuel Baldizón – y por tanto, más que demandar de los políticos, estamos en una fase que nos debemos ver para adentro, cuestionarnos la manera en la que hemos ejercido ciudadanía pues nos hemos dejado llevar a donde quieren y necesitan para controlar el sistema.

Artículo anteriorEl Estado no protege a las mujeres y niñas, las mata
Artículo siguienteLas cosas de quien vienen