Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Cuatro denuncias de fuentes que piden no ser citadas son confirmadas por el secretario del partido Vamos. Dice Víctor Valenzuela que ellos están “construyendo otra historia” al hablar del involucramiento de los alcaldes en funciones en el partido oficial.

El día de hoy publicamos un trabajo en el cual se aborda el plan del partido Vamos para hacerse de un millón de votos en la primera vuelta electoral del 25 de junio del 2023. Un millón de votos pone al candidato a Presidente en una segunda vuelta y logra casi 9 o 10 diputados tan solo en el listado nacional.

Alejandro Giammattei no llegó ni a 700 mil en las elecciones del 2019, así que Vamos estima que con un millón están de seguro en la segunda vuelta sin necesidad de meter las manos en el sistema de cómputo el día de la elección.

La UNE sacó 724 mil votos en el listado nacional para diputados y con eso logró 7 escaños. Miguel Martínez le exige a los alcaldes que él quiere gobernar desde el Congreso y por eso le tienen que dar votos en “su papeleta” y en las papeletas distritales para que pueda ser el Jefe de Jefes desde el Congreso.

En el caso de los distritos les pongo en ejemplo: en el 2019 en Petén la UNE sacó 34 mil votos para diputados y se llevó 2 de los 4 escaños y eso que solo ganó 6 de 14 municipalidades. Ahora Vamos tiene 13 de 14 solo en Petén.

Y es que esta es la clave: Vamos quiere al menos 200 alcaldes con los que busca inclinar la balanza sabiendo que tienen las herramientas para doblarles las manos a los jefes ediles.

Mucho dinero “para repartirles” si cumplen, control de la Contraloría para “darles su finiquito” y un enorme Consuelo que puede no hacerles Porras desde el Ministerio Público (MP) a aquellos alcaldes que no se alineen al régimen.

“Nos debes aportar 5 mil votos” expresan de forma privada y son sutiles para advertir: el que luego de la elección no cumpla con los votos, corre el riesgo de ser denunciado por la Contraloría e investigado por el MP.

Todo un tamal armado como una forma nunca antes vista en Guatemala, porque los partidos oficiales del pasado no tenían la voracidad de un Jefe de Jefes y de un Presidente que no quiere ser Juan Orlando y que está dispuesto a todo con el afán de agradar, sabiendo que controlan todo: Corte de Constitucionalidad (CC), MP y un largo etcétera.

Todo esto sin contar los planes para no dejar correr a muchos candidatos. Hay quienes dicen que entidades como el CACIF han expresado que su línea roja es el manoseo electoral en sus diversas formas, pero está por verse que tan real será eso. La única manera en que este plan tan estructurado no se consume es si la gente responde en masa para evitarlo.

Nunca antes un partido oficialista, en la era democrática, había estructurado tan mañosamente su operación para asegurar más años en el poder. En este caso serían 4 años para que el Jefe de Jefes tenga en qué entretenerse mientras le da la edad para aspirar a la Presidencia.

Todo en la vida, con pisto ajeno, con dinero que no ha costado, que no se ha trabajado es “más fácil” y eso es lo que hacen esos mafiosos que juegan a Monopoly de país con el dinero de todos los guatemaltecos.

Falta ver qué hará la gente que se dice harta para evitar este manoseo y uso descarado de los recursos.

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