Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

post author

Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82

En los últimos días el comentario generalizado ha sido “van con todo, controlan todo y nada los detiene”, en relación a las acciones de Alejandro Giammattei, Miguel Martínez y Cía. particular y yo siempre respondo: “Y todavía les falta” porque aunque hay instituciones en juego, VAMOS y Martínez se están preparando para las elecciones 2023.

Famosas son las reuniones con candidatos de otros partidos en los que Martínez los invita a participar con VAMOS y el mensaje queda implícito: si no participan con el partido oficial, a rezar para que la Contraloría General de Cuentas (CGC), el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la Corte de Constitucionalidad (CC) no se interpongan entre el candidato y la papeleta que se dará en las urnas.

El preámbulo a lo que serán las elecciones generales y cómo harán para que ganen los que quieren, está en las formas tan “shucas” que usaron en la elección de Fiscal General y de Rector de la Universidad de San Carlos (Usac). En ambos casos, usaron el poder de las cortes que controlan para forzar designaciones hechas a la medida.

En el caso del MP, las consecuencias por ahora han llegado más de nuestros aliados comerciales que de los propios actores guatemaltecos. Locales y extranjeros sí han alzado la voz en claro descontento, pero la reelección por el momento no ha tenido mayores complicaciones.

Por el contrario, hoy amanecemos con la noticia que un grupo de estudiantes ha tomado el campus central de la Usac lo que empieza a demostrar que se nos vienen días complicados porque hay gente que no está dispuesta a tolerar las imposiciones sin tomar cartas en el asunto.

Y la pregunta que nos debemos hacer es, ¿qué pasará en Guatemala cuando le digan que no a Edmond Mulet, Zury Ríos, Sandra Torres, Thelma Cabrera y otros? No creo que ninguno de ellos sea la solución para enfrentar el sistema, pero tienen sus seguidores y si se les niega la participación porque VAMOS y su gente así quieren, van a agitar el ambiente social y lo que está pasando hoy en la Usac puede ser la réplica a nivel país.

Esa situación social va a complicar más a la gente honrada de este país que quiere trabajar para salir adelante, para generar más y para cerrar brechas y por eso es que debe haber una articulación de diversos sectores para demandar un alto al manoseo, a la cooptación y a la natural corrupción que da controlarlo todo.

He hablado con gente en Nicaragua y cuando oigo a ciertos guatemaltecos, incluyendo algunos que al inicio le hicieron “upas” a Giammattei y el Centro de Gobierno, se empiezan a escuchar cosas similares a las que expresan los hermanos nicaragüenses.

Ya sabemos cómo va la canción con Daniel Ortega, Rosario Murillo, Giammattei y Martínez, creo que también ven la situación de Nicaragua con la diferencia de que los ciudadanos que quieren algo mejor ven la realidad de aquel país con preocupación y quienes mandan aquí lo ven con aspiración, especialmente por como los primeros han “aguantado” las acciones de la comunidad internacional.

Hay que recordar que Ortega y Murillo han optado por reprimir a los manifestantes, al punto de asesinarlos y meter presos a los disidentes, a las voces incómodas y quienes no les apoyen en sus planes. Ni se digan los negocios y el dinero que han acumulado.

He dicho que esto es de articular, de proponer, de trabajar en resolver diferencias para dar paso a los acuerdos, pero hay una urgencia porque mientras los que controlan van a mil, la sociedad parece tener un paso de tortuga que se necesita acelerar.

Artículo anteriorLa masacre en Búfalo: racismo y neofascismo
Artículo siguienteSeis mujeres entre árbitros designados para el Mundial