Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

En La Hora hemos venido publicando alguna información a la que hemos tenido acceso, facilitada por personas que ya no sabían cómo hacer para que las cosas se fueran sabiendo y así ir intentando que la situación cambie y mejore por el bien de todos.

Claro está que la información no ha sentado bien. Quienes del círculo del Presidente se han visto embarrados por este desastre de las vacunas rusas buscan culpar a otros pero de alguna manera, al menos en público, dejan muy a salvo al mismo Alejandro Giammattei.

Este desastre tiene nombre y apellido y es el del Presidente. A funcionarios que me han hablado para reclamar respecto a las menciones en nuestras páginas en torno a este desmadre de la falta de vacunas, les he cuestionado en torno a qué le han dicho al Presidente, si así como dicen que se les está destruyendo la vida, ¿han reclamado ellos al mandatario que lo controla todo y al que más le preocupa qué le puedan estar investigando que sacar adelante la pandemia?

Giammattei vive sus horas más bajas y sabe que cualquier acusación de corrupción seria, por hechos pasados o presentes en torno a la vacuna, significaría el final de su Presidencia y por eso tiene marchando a Consuelo Porras buscando qué saben o qué buscan los fiscales del MP.

Ayer, después de la publicación de La Hora, hubo una reunión de emergencia del Gobierno en la que, entre otras cosas, acordaron que volverán a centralizar la información para evitar que el desastre se siga conociendo.

Van a tratar de negar, negar y negar que el barco va a la deriva pero, hagan lo que hagan, la gente ya sabe, ya siente de nuevo el miedo por la enfermedad y sabe que los muertos no deberían estarse dando a estos ritmos porque ya deberíamos tener a más gente vacunada.

Algo le preocupa a Giammattei en torno a los rusos, en torno a su campaña y solo Dios sabe qué más y por eso está más centrado en cómo salvar el pellejo que en cómo redirige al país y salva a la gente.

Los miembros de su Gabinete tienen que tomar una decisión porque están siendo parte de un Gobierno, liderado por un Presidente que solo piensa en él, que pregona que es y son víctima de muchas injusticias desde la prensa y la misma sociedad, pero la realidad es otra.

Tienen la obligación de regresar, por un momento, a su pasado en la llanura y ver las cosas sin el tacuche de funcionario público y preguntarse, como le dije ayer al Canciller, ¿qué habrías dicho vos si siendo el ciudadano preocupado, no el funcionario, ves este desastre que hay por las vacunas? Es necesario que haya voces sensatas haciendo ver al Presidente que se la está echando “fuera de la bacinica”.

El COVID avanza con fuerza y este aumento en la ola, la positividad y mortalidad, pueden ser el fin de la Presidencia de Giammattei. Ya empiezan voces, como las del Liceo de Guatemala, a expresarse y poco a poco irá creciendo la ola.

No descartemos que el Gobierno haga las de Ortega y se ponga con la “mano dura” o la de Brasil, que en el caso propio dirán que aunque no hay vacunas, la economía no van tan mal y con eso busquen justificar el desastre en salud y las muertes de las personas.

Vienen días duros para el país y será la unión de los diferentes actores, que entendiendo la dimensión del momento, se unan alrededor de los más elementales mínimos para encausar esto, conseguir vacunas, mejorar la aplicación de las mismas y lograr salvar vidas.

Una vez se logre eso, quedará pendiente la responsabilidad de los Padres de este Desastre.

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