Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Hace más de 2 años y medio, una diputada le dijo a Fernando Linares Beltranena: Ya no te voy a apoyar con la Ley de Avisos Electrónicos porque lo que parece una buena idea de mejora tecnológica, solo tiene una dedicatoria y es contra La Hora, a lo que el ex diputado expresó: “Y qué te preocupa si ya son millonarios”, reconociendo la intención de la ley.

A los días de haberse aprobado la misma, el entonces presidente del Congreso, Álvaro Arzú dijo que La Hora ya no existía y que por eso no le daban un “Pinocho”, confirmando que la intención principal de la ley era borrar del mapa a un medio que les resultaba demasiado incómodo y cuento ambas situaciones para que usted tenga contexto.

Antes de que entrara en vigor se presentó un amparo el cual no fue resulto y luego se presentó una inconstitucionalidad que, en febrero del 2019, fue otorgada de manera provisional. Hace unos días le mostramos a un Ministro que votó por Leyla Lemus los mecanismos de seguridad que habíamos implementado para los edictos digitales porque siempre creímos que era necesario que hubiera renovación tecnológica, pero con eficiencia y certeza.

Los edictos no nos los “ganamos” a dedo. Saber cómo atender al cliente, precio y eficiencia (elementos básicos en el qué hacer empresarial) nos permitieron atender a los clientes por años, a pesar del intento de otros competidores de incursionar en el nicho dado que la elección era libre y voluntaria por parte del cliente. La obligación era el Diario Oficial y otro privado, no necesariamente La Hora.

Como aquí no era de modernizar, la ley entrará de nuevo en vigor sin requerir del Diario Oficial plenas garantías, medidas y mecanismos para ofrecer certeza. Muchos que no creen que el Estado deba ser la única fuente de soluciones, en este caso sí lo estiman porque como lo que se buscaba era el silencio de La Hora, el fin justifica los medios. Los que hoy celebran porque se “usó la ley” para intentar afectar a alguien en particular, pronto se darán cuenta que esa receta siempre termina jugando en contra.

Pero como somos gente de trabajo y con visión empresarial, redoblamos los esfuerzos para seguir creciendo digitalmente con nuestras audiencias, trabajando en los proyectos que debimos poner en pausa por la embestida que nos quisieron hacer quienes nos miraban como una amenaza directa y salimos en busca del socio con los que compartiéramos esa visión de hacer negocios por las buenas maneras y el deseo de tener una Guatemala mejor, con menos corrupción como expresó Luis von Ahn.

Gracias a Dios hoy estamos mejor que hace 2 años y medio cuando nos anunciaron cuál era el plan y eso nos permite establecer con certeza que La Hora no termina con lo que resolvió la Corte de Constitucionalidad (CC). Llegar hasta donde hemos llegado no ha sido de soplar y hacer botellas, han sido innumerables horas de trabajo, poco dormir y mucho esfuerzo de todo el equipo que hace posible el que podamos informar buscando empoderar.

Nos habíamos preparado para este momento y ahora seguiremos ejecutando todos los planes empresariales que hemos venido trabajando, con la firme convicción de que estamos para aportar un grano de arena en esta complicada realidad que vivimos.

Lo seguiremos haciendo con la firme convicción de que nuestra voz es tomada en cuenta por gente de derecha e izquierda, empresarios y trabajadores, por emprendedores y grupos sociales, por ladinos e indígenas y por miles de guatemaltecos que entienden que la izquierda y la derecha solo sirven para las direcciones.

Para aquellos que todo lo reducen a la ideología, terminamos siendo muy derechosos para la izquierda y muy izquierdosos para la derecha, lo que nos da un balance que nos permite construir partiendo del traslado de la información y la fijación de posturas.

Quien no está haciendo las cosas bien siempre nos verá como una amenaza porque estima que el ejercicio responsable del periodismo le afecta, pero hay millones en Guatemala que han entendido que en estas condiciones (corrupción e impunidad) no hay mejores futuros en el horizonte y que el estar empoderados con información permite tomar mejores decisiones.

Sin duda alguna nos toca seguir trabajando para lograr las metas partiendo desde la convicción de construir con los que entienden y saben que en estas condiciones perdemos todos.

 

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