LH continuará entregando noticias de verdad por medio de las plataformas digitales. Foto La Hora/José Orozco

Ayer, la revancha de quienes han sufrido nuestros señalamientos por el Pacto de Corruptos se consumó. La Corte de Constitucionalidad dejó sin efecto la inconstitucionalidad provisional decretada tras la publicación de la Ley de Avisos Electrónicos hecha en la legislatura pasada con el propósito, según ellos, de acabar con diario La Hora. Durante años los avisos legales se publicaron en este medio que se ganó el mercado por su atención al cliente, precio y calidad de servicio. Nadie, ningún gobierno, creó algún privilegio para La Hora y la competencia trató de abrirse espacio en ese nicho de mercado sin éxito. Ese ingreso permitió no depender de los grandes anunciantes que cerraron filas para retirar sus anuncios de todos los medios cuando algunos de ellos resultaron señalados de ser parte de la cooptación del Estado.

La legislatura pasada aprobó una ley centralizando todos los avisos legales en el Diario de Centro América. Objetamos la ley por considerar que atenta contra la seguridad jurídica concentrarlos en el diario oficial donde se pueden realizar cambios, ajustes, supresiones, añadidos y otras maniobras que se hacían difíciles cuando era requisito presentar constancias de publicación en dos medios. Sabemos cómo operan muchas dependencias públicas y el efecto de la corrupción es pavoroso.

Hemos dicho que las resoluciones de la CC se cumplen, gusten o no. En este caso discrepamos del razonamiento de la Corte pero entendemos no sólo su peso en el imperio de ley sino el por qué de ese fallo. La intención es callar a un medio que, de frente y sin chismes, ataca a los corruptos y no se pliega ante el gran poder del dinero. Sabíamos que no nos convenía depender de los avisos legales y por ello emprendimos una modernización importante en la que hemos avanzado y seguimos avanzando. Nuestro crecimiento digital ha sido significativo y en esas nuevas técnicas de publicación existe todo un mundo de oportunidades que estamos aprovechando.

No es primer ataque contra La Hora en sus casi 101 años ni será el último. Pero ni los que se sufrieron en los años 20 del siglo pasado, el cierre del diario durante los 14 años de Ubico, las presiones y persecución en tiempos de Árbenz, los atentados de los años 50, la férrea censura en el gobierno de Peralta Azurdia, la represión de los gobiernos militares, el cierre ordenado por Serrano y la ofensiva de la Dictadura de la Corrupción han logrado su cometido. Aquí estamos y Dios mediante aquí estaremos hasta ver hecho realidad el sueño de una Guatemala diferente y sin corrupción.

Redacción La Hora

post author
Artículo anteriorHay vida después de los edictos
Artículo siguienteSánchez felicita a Aragonès y le emplaza a trabajar juntos en el reencuentro de «catalanes y resto de españoles»