Se tiende a creer que son los políticos cuando tienen poder los que se empeñan en acabar con la libre expresión porque hasta ellos, cuando están en la llanura, recurren a los medios para darse a conocer y proyectar su imagen. Y es que desde siempre las acciones contra la libertad de prensa provienen de quienes tienen autoridad y la usan para acallar a los críticos, ya sea por voluntad propia o porque así se los piden sus principales socios, los que bajo de agua operan como titiriteros de todos los gobiernos y no acostumbran dar la cara y plantear frontalmente su animadversión al ejercicio de ese derecho fundamental.
Los tiempos han ido cambiando y las circunstancias que predominan deben ser difíciles de llevar. Quienes siempre operaron tras bambalinas y jamás se dieron color porque para eso era que tenían el enorme poder que otorga el comprar a los políticos desde que están en la llanura y reciben el financiamiento electoral, ahora empiezan a darse cuenta de esos cambios. No solo les surgió la enorme competencia del crimen organizado que dispone de más recursos que pueden utilizar sin escrúpulos, sino también dentro de esos políticos a los que siempre han comprado, ahora les resultó un Jefe de Jefes que les puso la bota encima.
Por eso ahora son ellos los que dan un paso al frente para acallar a los medios y hacen su propia lista de los que no les gustan, de los que quieren sepultar porque no logran controlarlos con sus pautas de anuncio. La lista es florida y la reproduzco en el orden en que la hicieron: “La Hora, Plaza Pública, El Periódico, CMI, Infinita/Con Criterio, Emisoras Unidas, Radios Comunitarias, Digitales Twitter (No Ficción, Quorum, Factor 4, x 10, AFP – Reuters – EFE, CNN en Español (Del Rincón).
Usualmente, en contubernio con gobiernos como pasó en la época de Arzú cuando quisieron salir de Crónica y de La Hora, simplemente restringen silenciosamente la publicidad para ahorcarnos económicamente, pero ahora ya no les basta eso y plantean en un Congreso de agremiados algo que nunca habían hecho, listando quince medios que les caen mal y les molestan, incluyendo agencias y medios internacionales de amplio prestigio mundial como pueden ser la agencia francesa de noticias, AFP, la inglesa Reuters, la española EFE y CNN en Español.
Ese paso al frente que dieron los actuales dirigentes de la Cámara de Industria no tiene precedente, por eso que señalo, de que siempre fueron titiriteros usando a sus títeres sin que tuvieran que ser ellos los que se pintaran como enemigos de la libre expresión. Esto puede ser resultado de esa nueva posición en que se encuentran al tener que bailar al son que les toca el Jefe de Jefes y su grupo, quienes no se conforman solo con recibir el financiamiento tradicional, que antes compraba a los políticos, sino ahora son ellos los que dan las instrucciones precisas.
El desprecio a la libre expresión no es nuevo. Lo novedoso es ese paso de ser los históricos titiriteros del país, utilizando a los políticos a su antojo, para terminar obligados a dar la cara en algo que nunca antes tuvieron que hacer.
